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Pasó la euforia de la ciberseguridad…

Empresas, dependencias de gobierno, escuelas, bancos, todas las industrias y sectores no escapan de un posible ataque y daños, destaca Carlos Ramírez Castañeda.
mié 09 diciembre 2020 11:59 PM

(Expansión) – Diciembre llegó y con ello se dejaron en el olvido muchos supuestos proyectos de impacto a la ciudadanía, pues el descanso se comienza a hacer presente en la administración pública federal, y entre otros sectores, el abandono o carencia de la importancia a la ciberseguridad se ha dejado de lado, como si no importara, como si no existiera el tema.

Recordemos aquella iniciativa de una “Ley General de Ciberseguridad”, la cual salió a la luz en el pasado mes de septiembre, arrastrando un poco de trabajo de meses anteriores; la pregunta es: ¿y qué pasó con tanto alboroto…?

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Al igual que muchos otros temas que derivan de un suceso que se logra mediatizar y se sale de control para algunas autoridades, la atención focalizada dura un efímero cerrar de ojos, este es el caso del intento de la iniciativa de ciberseguridad que causó furor este año.

No todo se queda en leyes, proyectos y temas políticos de moda para rellenar agendas, le pasa también a las grandes instituciones financieras que tienen un problema de phishing, smishing y vishing desde el inicio de la pandemia; en donde los delincuentes un poco más especializados se han hecho de grandes sumas al inducir al engaño a sus víctimas, logrando incluso controlar en remoto sus equipos a raíz de falsas llamadas del supuesto banco. Aquí lo menciono directamente, pues ninguna de estas instituciones ha dado un pronunciamiento sobre la atención, mejoría y controles, sólo más anuncios e infografías.

¿Y el sector educativo? Esta pregunta debería llevarnos a pensar en todas las escuelas que creyeron que migrar al plano digital era simplemente implementar meets, zoom, o cualquier plataforma de videollamadas, sin pensar en un plan de acción primordial y de conocimiento para todo alumno y padre/madre (en caso de ser menor), en el cual se establezcan las normas de seguridad para prevenir cualquier tipo de acción ilícita, o simplemente daños digitales de repercusión en el mundo material.

Del teletrabajo, mal llamado home office por muchos, el desconocimiento es aún mayor, pues quizá en algún momento empresas y dependencias de gobierno intentaron identificar simples tips de seguridad para el resguardo de los equipos e información; sin embargo, no se le dio continuidad, y no todo en la ciberseguridad es utilizar un antivirus y confiar en que el usuario no instale nada, la ciberseguridad impera mucho en las acciones de la persona como usuario, siendo el principal eslabón de la cadena de resguardo, protección y atención digital. Pero si el usuario no tiene el mínimo interés o cree que no le ocurrirá nada porque internet no es algo tangible, tenemos un enorme error.

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En años anteriores se había tenido un mayor número de eventos, difusión e importancia al mes de la ciberseguridad (octubre) y al Día Internacional de la Seguridad de la Información (30 de noviembre), cosa que ahora en el escenario a distancia e interconexión digital debió aumentar, pues las barreras no existen, o quizá había eventos por el mero hecho de trasladarse y disfrutar físicamente. 2020 era el año perfecto para dar un auge e importancia a los temas de ciberseguridad y lograr concientizar a los usuarios de todas las edades, de todos los usos de internet.

Empresas, dependencias de gobierno, escuelas, bancos, todas las industrias y sectores no escapan de un posible ataque y daños. La ciberseguridad está presente 24/7, es un tema que todos debemos conocer y darle importancia; al final del día somos usuarios y estamos expuestos a muchos riesgos digitales.

Comencemos a indagar, entender y asimilar que todos aportamos a este ecosistema digital y que cada una de nuestras acciones u omisiones importa y se puede ver reflejada en el mundo material, es una premisa base.

Nota del editor: Carlos Ramírez Castañeda es especialista y apasionado por el Derecho Informático, particularmente en ramas de Ciberseguridad, Cibercriminalidad y Ciberterrorismo. Tiene un Máster en Derecho de las Nuevas Tecnologías de la Información y Comunicaciones de Santiago de Compostela España, Doctor en Administración y Políticas Públicas de México. Es colaborador de diversas instituciones académicas y gubernamentales, profesional siempre interesado en temas de ciberprevención particularmente con sectores vulnerables. Síguelo en Twitter como @Ciberagente . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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