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GameStop, la rebelión con burbujas

Es muy alto el riesgo que implica entrar a estos movimientos “antinaturales” de los precios de las acciones, ya no hay quien tenga el verdadero control sobre los movimientos, opina Gustavo Hernández.
vie 12 febrero 2021 12:04 AM

(Expansión) - Algo de lo que más se ha hablado en las últimas semanas es el caso de GameStop y aunque el tema está más que explicado, démosle un repaso a lo que sucedió. Ryan Cohen comenzó a comprar acciones de la minorista de videojuegos en agosto del año pasado y aumentó su posición en el mes de diciembre, Invirtiendo un total de 76 millones de dólares lo que representa una participación de aproximadamente el 13% en la empresa.

El 11 de enero se anunciaba que dos ex ejecutivos de la empresa Chewy, un minorista en línea de productos para mascotas se uniría a la junta directiva de GameStop, aunque esto no significaba que la compañía se convertiría en el Amazon de la renta de videojuegos, para el final de ese día las acciones cerraban con un precio de 19.94 dólares, lo que representaba un incremento del 12.7% con respecto al precio de cierre del día anterior. Una significativa ganancia para quien tenía en posesión acciones de esta compañía.

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Por otra parte, tenemos que para el día 13 de enero la historia es ya conocida desde un foro en línea. Un grupo de inversionistas se organizó para impulsar la compra de acciones de GameStop llevando a un precio de cierre de 39.4 dólares un crecimiento del 57% desde el 11 de enero, para el día 14 la acción sube el 27% más.

Para el 19 de enero, fondos de coberturas toman posiciones cortas esperando el regreso a 20 dólares, pero al día siguiente el precio continuó en aumentos y los vendedores en corto comienzan a enfrentar pérdidas. Para el 29 de enero con un precio de 325 dólares se estiman pérdidas para los fondos por 5,000 millones de dólares (mdd).

Para el 26 de enero quien comenzó la “revuelta” mostraba cómo habían convertido 53,000 dólares en 48 mdd. Según publicaciones sobre este caso, lo que lo llevó a comprar acciones de la compañía meses anteriores es que “Wall Street no valoraba cuánto se iba a beneficiar GameStop con los lanzamientos de las nuevas consolas de videojuegos”.

En la lista de este frenesí sonaban otras compañías tales como AMC, Nokia, BlackBerry, American Airlines, Bed Bath & Beyond, Castor Maritime, Express, Koss, Naked Brand, Sundial Growers, Tootsie Roll y Trivago. Para este caso algo que tienen en común estas empresas con GameStop es que pasan por un mal momento y hay quienes apuestan a que su situación empeora por lo que sus acciones bajan y los inversionistas de alguna manera podrán obtén un beneficio de esto.

Pero y, ¿ahora qué? ¿La economía global está en manos de personas posteando en blogs desde su garaje? Pues no, no es momento de entrar a todos los grupos en Facebook o hilos en Twitter que hablen sobre inversiones en las Bolsas de Valores. Ya que para que este tipo de estrategias se masifiquen se requieren grandes montos de dólares que posiblemente están fuera de los recursos de los inversionistas aficionados que provocaron este caso de GameStop, por lo cual es complicado que este tipo de ejercicios causen alguna inestabilidad a los mercados financieros.

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Este es el clásico caso de la intuición vs la razón, ya que para finales de noviembre la empresa reportaba caída en ventas del 30% y aunque todos los tipos de análisis indicaban que no era un buen momento para invertir en esos títulos, había quienes por intuición apostaban a que la compañía tendría una nueva oportunidad de negocio con las nuevas consolas presentadas durante el 2020.

Ahora pasarán meses para saber quién tenía la razón y ver de si era imposible que sin esta alteración se obtuvieran los mismos rendimientos.

El peligro de las burbujas es que como lo establece la ley de gravitación universal: todo lo que sube tiene que bajar. Es muy alto el riesgo que implica entrar a estos movimientos “antinaturales” de los precios de las acciones, ya no hay quien tenga el verdadero control sobre los movimientos. Y hasta el momento no hay un método legal que pueda producir estas alteraciones en los precios.

Nota del editor: Gustavo Hernández es Ingeniero Matemático egresado de la ESFM del IPN con cinco años de carrera bancaria. Actualmente se desarrolla como data scientist en el área de análisis bursátil de Grupo Financiero B×+. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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