Figuras políticas gritando en redes sociales a los cuatro vientos que han votado, mientras acompañan de texto su respectiva foto en donde claramente se logran ver las crestas dactilares, le han facilitado la vida a los delincuentes, con ello tenemos un preciado dato biométrico gratuito.
No solo este gremio comete errores, los usuarios comunes para lograr algunos cuantos likes, fama, o “subirse al tren”, toman su respectiva selfie con el dedo marcado de tinta, algunos muy de cerca, tan cerca que se ven los pliegues y relieves de la huella. Si bien en México se utiliza como firma para garantizar la identidad de persona identificable y es infalseable para trámites gubernamentales personales, la ciudadanía cree que no le puede pasar nada con una simple foto.
Existen diversos tipos de ataques digitales en donde las herramientas tecnológicas nos facilitan todo tipo de labor, podemos contrastarlo con la falsificación de documentos que mientras más avanzada tecnología tenemos, más simples y reales se ven este tipo de cosas falsas.
Lo mismo pasa con las fotos de huellas dactilares, pues, con una foto de calidad se pueden pulir y documentar cada parte del dedo para así hacer un match biométrico que en algunos casos mayores puede convertirse en una impresión tridimensional para así tener mayormente trazada a la ahora víctima.
Basta con reflexionar cuántas cosas están ligadas a nuestra identidad y se utilizan como parámetros de verificación usualmente nuestros biométricos dactilares, la entrada a nuestra vida personal, donde almacenamos fotos, mensajes, conversaciones privadas, nuestro móvil, algo que se ha convertido en un objeto que alberga miles de secretos.
La mayoría de usuarios en México con un móvil en la mano ha encontrado que la simplificación de desbloqueo gracias a colocar su pulgar es tan simple y práctica que le facilita la vida.
Con el ejemplo anterior nos damos cuenta que si alguien obtuvo nuestra huella y logró replicarla, en algún momento podría desbloquear nuestro móvil con simplicidad; lo mismo aplica para las cerraduras inteligente y en otros escenarios para una usurpación de identidad al cometer diversos ilícitos en el mundo terrenal y así lograr inculpar a la persona, gracias a que facilitó su identidad.