Sin mencionar literalmente el nombre, en mis redes sociales, particularmente en Twitter, podrán enterarse del caso con esta fecha. Lo anterior me dio apertura a pensar en las carencias que existen sobre protección directa al consumidor final.
En una sociedad digitalizada las empresas de cualquier tamaño, en especial las pymes, buscan acercamiento a la población a través de redes sociales, difundiendo contenido a través de grupos afines a su giro para así atraer a un mayor foco de consumidores. No existe como tal un resguardo al usuario final y ante casos de compradores molestos por las carencias de un servicio mediatizado nos podemos encontrar con algunas cosas como lo siguiente:
Actos de censura o temor a que otros usuarios sepan de la verdad, como borrar comentarios de los compradores que tienen una mala experiencia de la tienda para seguirse jactando de su “buena imagen”. Cuando se trata de deslegitimar, el comprador o usuario final tendrá el beneficio de la certeza en su argumento siempre y cuando existan medios probatorios que sustenten su dicho.
Utilizar vilmente fotografías del supuesto producto y entregar algo que es completamente distinto o para el caso dañado y seguirse jactando de ello como buena presentación al público es algo que debe analizarse desde un punto de vista con valores y la carencia de ética de las personas al frente de la empresa.
Indagar si es que hay algo real y tangible es necesario, no me refiero a los compradores agradecidos, que muchas veces se pueden maquillar con perfiles falsos con comentarios de adulación, sino a los comentarios sesgados y ocultos de los malos servicios, y sobre todo la atención al usuario en general.
Un detalle a tener en cuenta es sobre el engaño de “artículos nuevos”, para ello me referiré al caso concreto con el ejemplo de las prendas de ropa. Se supone que una prenda es nueva hasta el momento que alguien le da uso, esto basta con ponérsela. La pregunta es ¿qué pasa si por el hecho de subir el ego y crear publicidad engañosa, los artífices detrás de la tienda o producto lo visten para fotografía?
Al ser el usuario o comprador final el que recibe el mismo producto, nos damos cuenta de que no es algo nuevo, que ya ha sido utilizado, y en tiempos de pandemia, donde las disposiciones sanitarias en tiendas departamentales limitaron el probado de prendas, por lógica no esperemos menos de la gente que sin garantía vende algo en carácter de nuevo a través de redes sociales.