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Soy emprendedor porque no me gusta el riesgo

Aunque tu startup fracase y decidas volver al mercado laboral, muchas empresas van a valorar esa experiencia como emprendedor, opina Lluís Cañadell.
jue 12 agosto 2021 12:06 AM

(Expansión) - Existen tres unicornios en México: Kavak, Clip y Bitso. Todos ellos llegaron a este prestigioso estatus en el último año al levantar rondas de inversión que las valoraban por encima de los 1,000 millones de dólares.

Todos sabemos que el mundo del emprendimiento está cambiando. Sin embargo, todavía existen muchos mitos sobre lo que supone emprender. Es cierto que centenares o quizás miles de startups se fundan cada año en México y solo un porcentaje pequeño llegarán jamás a ser exitosos.

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¿Pero esto significa que fundar un startup supone un riesgo para el fundador? Pues yo considero que no, y estas son mis razones:

1. Inversión personal limitada

Quedaron atrás los días en que uno deba hipotecar su casa para emprender. En 2021, un emprendedor puede arrancar con un nuevo proyecto con muy pocos recursos.

- Toda la información está disponible en internet virtualmente sin costo.

- Todas las herramientas que necesitas para empezar a desarrollar tu producto están en la nube y con costos iniciales muy bajos.

- No necesitas cubrir los costos de tu startup hasta que esta gane dinero, solamente debes probar que tiene potencial y esto me lleva al siguiente punto.

Cuando fundé mi startup, mi cofundador y yo gastamos menos de 200,000 pesos de nuestro dinero para financiar las operaciones de los primeros tres meses. Llegado a ese punto, pudimos levantar la primera ronda de inversión con inversionistas externos.

2. Inversión institucional ilimitada

El mercado de capital para el fondeo de emprendimientos está madurando a ritmos acelerados, no es casualidad que los tres unicornios mexicanos se formaron en el último año. México y el resto de América Latina han pasado de ser una región desconocida para las inversionistas estadounidenses hace cinco años, a ser uno de sus principales focos. Solamente necesitas probar que tu emprendimiento tiene potencial, y habrá inversionistas dispuestos a fondearte.

3. Emprender se valora positivamente

Aunque tu startup fracase y decidas volver al mercado laboral, muchas empresas van a valorar esa experiencia como emprendedor. Y es por un buen motivo, como emprendedor aprendes a navegar situaciones complejas, a tomar decisiones con información incompleta, aprendes a liderar, a optimizar recursos, y muchas cosas que no puedes hacer en un trabajo tradicional. En mi startup, hemos contratado a varias personas que el hecho que fueran ex-fundadoras marcó la diferencia para nosotros.

Si decides dejar tu trabajo estable para emprender, muchas serán las personas que te felicitarán o te advertirán por el gran riesgo que estás tomando. Y a mí me lo dijeron más que a nadie: fundé mi startup en 2020, poco después del inicio de la pandemia, dejé un trabajo como gran proyección como consultor en McKinsey, y me mudé de España a Latinoamérica.

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Por otro lado, nadie me habló de los riesgos que supondrían no convertirme en un emprendedor, los cuales yo considero son los siguientes:

1. No hacer algo que te apasiona

¿Te despiertas cada día con ganas de ir a trabajar? Si la respuesta es sí, eres muy afortunado. Así es como se sienten la mayoría de los emprendedores.

2. Perder la posibilidad de hacer algo grande

Paulo Coelho escribió en El Alquimista: “La posibilidad de realizar un sueño es lo que hace que la vida sea interesante”. Ser emprendedor conlleva sacrificios y puede ser duro, pero hace que la vida sea interesante.

3. Arrepentimiento de no haber intentado algo

De vez en cuando escucho a gente decir “Yo ya pensé esa idea del startup X”. La mayoría de las veces es mejor pensar menos y ejecutar más. Personalmente, me aterraría la posibilidad de terminar mi vida profesional sin haber luchado por mis sueños.

¿Y tu qué dices? ¿El riesgo está en emprender o en no emprender?

Nota del editor: Lluís Cañadell es Co-Fundador de Treinta. Fue consultor en McKinsey & Company, donde se enfocó en proyectos relacionados con Estrategia y Finanzas Corporativas en múltiples países, con particular foco en Private Equity. Es un graduado de Administración de Empresas y Maestría en Finanzas por ESADE Business School (Barcelona, España). Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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