¿Pero esto significa que fundar un startup supone un riesgo para el fundador? Pues yo considero que no, y estas son mis razones:
1. Inversión personal limitada
Quedaron atrás los días en que uno deba hipotecar su casa para emprender. En 2021, un emprendedor puede arrancar con un nuevo proyecto con muy pocos recursos.
- Toda la información está disponible en internet virtualmente sin costo.
- Todas las herramientas que necesitas para empezar a desarrollar tu producto están en la nube y con costos iniciales muy bajos.
- No necesitas cubrir los costos de tu startup hasta que esta gane dinero, solamente debes probar que tiene potencial y esto me lleva al siguiente punto.
Cuando fundé mi startup, mi cofundador y yo gastamos menos de 200,000 pesos de nuestro dinero para financiar las operaciones de los primeros tres meses. Llegado a ese punto, pudimos levantar la primera ronda de inversión con inversionistas externos.
2. Inversión institucional ilimitada
El mercado de capital para el fondeo de emprendimientos está madurando a ritmos acelerados, no es casualidad que los tres unicornios mexicanos se formaron en el último año. México y el resto de América Latina han pasado de ser una región desconocida para las inversionistas estadounidenses hace cinco años, a ser uno de sus principales focos. Solamente necesitas probar que tu emprendimiento tiene potencial, y habrá inversionistas dispuestos a fondearte.
3. Emprender se valora positivamente
Aunque tu startup fracase y decidas volver al mercado laboral, muchas empresas van a valorar esa experiencia como emprendedor. Y es por un buen motivo, como emprendedor aprendes a navegar situaciones complejas, a tomar decisiones con información incompleta, aprendes a liderar, a optimizar recursos, y muchas cosas que no puedes hacer en un trabajo tradicional. En mi startup, hemos contratado a varias personas que el hecho que fueran ex-fundadoras marcó la diferencia para nosotros.
Si decides dejar tu trabajo estable para emprender, muchas serán las personas que te felicitarán o te advertirán por el gran riesgo que estás tomando. Y a mí me lo dijeron más que a nadie: fundé mi startup en 2020, poco después del inicio de la pandemia, dejé un trabajo como gran proyección como consultor en McKinsey, y me mudé de España a Latinoamérica.