El silencio prolongado ante una situación de crisis es cubierto con información infundada, especulaciones y rumores. Mientras más tiempo transcurre en silencio, se incrementa la percepción de manipulación de la información, de falsedad en las declaraciones y de indolencia hacia quienes son afectados de alguna manera por la situación o están interesados en ella.
Vale recordar: En el desastre de un buque petrolero en Alaska, en 1989, luego de una semana la empresa petrolera no había comunicado nada. El presidente de la compañía, bajo el escrutinio de los medios, sólo respondía no tener tiempo para entrevistas y finalmente renunció al cargo; el daño en la reputación de la empresa la llevó a perder mercado.
En la explosión del transbordador espacial Challenger en 1986 (que millones de personas vieron por televisión), el director de vuelo ordenó el cierre de las comunicaciones, lo que generó que los medios hicieran entrevistas que derivaron en citas contradictorias entre sí. Varias horas después el vocero de la Oficina de Asuntos Públicos del Centro Espacial Johnson expresó: “Tenemos informes del responsable de la dinámica de vuelo: el vehículo ha explotado”.
En México, durante este sexenio, ha habido varios momentos de silencio por parte tanto del presidente como de algunos funcionarios. Un par de ejemplos: A principios de agosto pasado varios diputados coincidieron en que el presidente de la Suprema Corte tardó mucho tiempo en declarar que se apegaría a los plazos constitucionales con respecto a su mandato. Ese prolongado silencio generó toda clase de rumores y especulaciones que dañaban la imagen del ministro y la de la SCJN. Al final varios diputados reconocieron: “Se prestó a someter a la Corte, junto con el presidente de la República, a un desgaste innecesario e indeseable”.
A fines de abril, la entonces secretaria de la Función Pública anunció que ocho días atrás había dado positivo a COVID-19 y, sin decir nada, mantuvo reuniones con varios miembros del gabinete presidencial. Un silencio en medio de una crisis de salud que puso en riesgo a varios funcionarios.