Lo común de todos esos mensajes es que nos invitan a entrar a un enlace para “verificar” nuestros datos. En esos correos o mensajes siempre hay alguien que por afán, desconocimiento o por no prestar atención, cae. De cierta forma son “pescados” por los ciberdelincuentes y de esta forma pueden terminar dándoles acceso a sus datos, sistemas bancarios o cuentas de ahorros.
Por otro lado, existe el ciberacoso, una muestra de que ahora la sociedad se desarrolla de una manera electrónica. Antes, el acoso se presentaba de diferentes maneras, pero ahora es muy común encontrarlo en medios electrónicos. Hay diferentes tipos de acoso, puede encontrarse el bullying, que antes se manifestaba físicamente en colegios y universidades, ahora es más común en redes sociales; el Groomng, que es el acoso de un adulto hacia un menor de edad por medio de redes sociales; mails o mensajes de texto; la Ciber violencia de género; el Sexting, entre otros. Son problemas de nuestra sociedad que ya existían, pero han pasado al mundo digital, lo cual en muchos casos puede facilitar el objetivo, por ende, es un tema que no se debe dejar de lado.
Finalmente encontramos el Internet de las Cosas, la interconexión digital de objetos que utilizamos en nuestra vida cotidiana a internet. Por ejemplo, ahora casi todos los televisores se conectan a internet, y no solo eso, ahora también las neveras, cafeteras, y muchos objetos de nuestra vida común, tienen acceso a internet. Incluso ahora encontramos hogares inteligentes, donde la mayoría de sus funciones de manejan por la red, desde las luces hasta el black out.
Esto sin duda facilita la vida, pero representa un riesgo si lo miramos desde el punto de vista de la seguridad cibernética. En general, la interconexión es positiva, pero implica grandes riesgos y retos.
En ese orden de ideas, los ataques cibernéticos y la ciberseguridad no son cuestión o materia solo de las grandes empresas e industrias, pueden afectar desde el celular menos sofisticado hasta el hogar más inteligente de todos. La cuestión es no confiarnos y no creer que el problema es lejano o corresponde a los demás. Todos somos parte del problema y de la solución.
Nota del editor: Marcela Visbal es Líder de la Práctica de Riesgo Cibernético de Willis Towers Watson América Latina. Síguela en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.
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