Un ejemplo de ello lo demuestra un estudio realizado por la oficina de patentes de Estados Unidos (USPTO), el cual señala que las empresas extranjeras tienden a contratar, relativamente, cada vez más capital humano (inventores) de México que las propias empresas mexicanas. Además, el ritmo de crecimiento en la utilización de inventores mexicanos por parte de las empresas extranjeras sugiere que existe una migración de capital humano hacia los grupos de I + D que son contratados por las empresas extranjeras. La mayor parte globales.
Dentro de la política científica y tecnológica de un país, los resultados de las investigaciones novedosas y con aplicación industrial se protegen por medio de patentes, las cuales garantizan al inventor una protección legal para su invención y hacen accesible al público el conocimiento de la invención, no solo a través de su trasferencia, pues también contribuyen al diseño de nuevas líneas de investigación en universidades y centros de investigación, evitando la duplicidad de esfuerzos.
Actualmente la producción de conocimiento codificado en patentes por parte de las universidades mexicanas es escasa, lo cual no solamente es causado por su débil vínculo con la industria, también es consecuencia de un deficiente diseño en sus estructuras administrativas a favor de la protección, difusión y transferencia de sus investigaciones y desarrollos tecnológicos.
La modernización de la industria mexicana, en este desafío de reindustrializar al país con innovación tecnológica , debería estar basada en fortalecer los lazos existentes entre la ciencia y la empresa, en donde el principal elemento de cohesión sea la identificación y la extracción de las aplicaciones prácticas del conocimiento generado por las universidades, en sectores industriales y sociales de todo el país, debiéndose dar un nuevo Impulso a la investigación aplicada, “de orientación específica” con el debido acompañamiento hacia sus investigadores en el avance del conocimiento, a través de convertir sus invenciones, en oportunidades de vinculación y transferencia con la industria.
Una vía para este camino puede ser el permitir que los investigadores y estudiantes, se beneficien de manera efectiva del acervo de conocimientos científicos y tecnológicos, contenidos en los documentos de patente, para contribuir al fortalecimiento de la producción científica, centrada en la experimentación y la aplicación del conocimiento, así como estimular el avance de los conocimientos tecnológicos para su transferencia.
La información tecnológica contenida en los documentos de patente ofrece descripciones de conceptos científicos y técnicos, que los convierten en insumo fundamental para el fortalecimiento de líneas de investigación en curso y un detonante para la orientación de las capacidades de investigación hacia nuevos campos de aplicación del conocimiento.
La experiencia comparada nos muestra que se generan brechas entre el conocimiento generado y el conocimiento transferido. Esto implica que no todo el conocimiento que se genera en las universidades es transferido al sector productivo, o bien, transformado en innovaciones.
El principal desafío que enfrenta actualmente el aparato productivo nacional consiste en la asimilación de nuevas tecnologías generadas al interior del país que puedan configurar ciertas ventajas para una mejor inserción en el contexto internacional. Para ello la vinculación academia-sector productivo debe reordenarse.