La comercialización de la creatividad está jugando un papel decisivo en el mundo de los negocios y, por añadidura, en el crecimiento económico y desarrollo social. Sin embargo, las capacidades tecnológicas aún no se apropian de manera homogénea en la economía global.
Es fundamental que en México las políticas de ciencia, tecnología e innovación se basen en un ejercicio de comprensión, el cual permita entender que la asimilación del desarrollo tecnológico en cada economía es sensiblemente diferente, pues depende de sus fortalezas (capital humano, infraestructura tecnológica, capacidad de aprendizaje, etc.), con ello, programas como el PECiTI podrían crear las condiciones para que el país pase de la etapa de asimilador de conocimiento a la de generador.
Existen claros ejemplos de ello. Corea y Taiwán habían sido esencialmente países receptores de productos y procesos desarrollados por otros, sin embargo, durante las décadas de los 60 y 70 lograron construir sus capacidades tecnológicas y productivas para generar flujos significativos de conocimiento aplicado (patentes), con lo cual han logrado pasar de un estado a otro; y más recientemente, Singapur, China y la India han logrado el mismo objetivo.
En su momento estas naciones recurrieron acertadamente a un esquema restrictivo en la materia patentable, con lo cual crearon una apertura estratégica a la imitación y adopción de tecnologías de productos por parte de las empresas nacionales. Así se instauró un ecosistema importante para el aprendizaje imitativo, fundamentalmente en los sectores de TI, automotriz, farmacéutico y en productos químicos.
Para México, aperturar la vía imitativa a las empresas nacionales también podría impactar positivamente las políticas públicas en relación con la salud y el bienestar de la población.
Favorecer la capacidad de la industria nacional, para traducir nuevas ideas en procesos y productos de valor para el país, requiere del buen funcionamiento del sistema de patentes.
La permisividad adecuada para usar el desarrollo técnico plasmado en las patentes de libre uso es una de las vías formales y legales de apropiar el conocimiento, a través del aprendizaje tecnológico.
Los documentos de patentes contienen descripciones de conceptos científicos y técnicos, así como detalles de procesos que representan un estímulo para nuevas invenciones, haciendo de su información una de las fuentes más completas, accesibles, manejables, prácticas y actualizadas a disposición de los sectores académico, científico y tecnológico de un país.
Los acervos de patentes en el IMPI representan el conocimiento tecnológico acumulado que puede ser utilizado como insumo para generar otras invenciones. Por ello la producción y comercialización de tecnología en las universidades y las instituciones de I+D es significativa, dado que contribuyen a la formación de los nuevos mercados característicos de las economías globalizadas.