Sin embargo, todavía hay un gran número de personas no vacunadas. Tan solo en México, se estima que el 56% de los mexicanos ya cuenta con una dosis completa de vacunas, pero el otro 44% sigue sin protección alguna. Los gobiernos federales, estatales y municipales, así como las empresas privadas, continúan impulsando campañas para que todos tengan al menos dos dosis.
La industria del seguro, por su parte, también ha comenzado a trabajar en estos esfuerzos y ha establecido algunas políticas que les permitan solventar los gastos de hospitalización por COVID, ya que éstos han comenzado a generar facturas enormes.
En México, durante la pandemia del COVID-19, alrededor de 14,500 personas con un seguro de gastos médicos pagaron cerca de 5,502 millones de pesos por los servicios de salud en hospitales privados. El monto más alto fue el de una persona que pagó 21 millones 422,000 pesos; además de estos gastos de hospitalización, la industria del seguro y reaseguro pagaron por concepto de indemnizaciones a familiares un monto aproximado de 5,673.3 millones de pesos.
A pesar de que las compañías de seguros negocian precios más bajos y cubren gran parte del costo de la atención, una factura de esta enfermedad puede afectar de forma significativa los ingresos de cualquier familia o persona individual.
En 2020, antes de las vacunas, las aseguradoras cubrían este padecimiento de acuerdo a los términos y condiciones contratados en la póliza de gastos medicos mayores, pero estaban limitados a los tratamientos aprobados por la COFEPRIS. Esto es que los nuevos tratamientos, incluso algunos ya probados en otros países y que se podían dar, no estaban siendo cubiertos por las aseguradoras, ya que los consideraban como tratamientos experimentales; no obstante, era clara su efectividad.
Incluso, desde mi punto de vista, hubiera sido más barato pagar esos tratamientos que los tradicionales seguidos de una intubación del paciente.
Este panorama ha comenzado a replantear nuevas normas para la contratación de seguros de gastos médicos y la premisa es: ¿no quieres vacunarte contra el COVID? Entonces, prepárate para pagar más por tu póliza de gastos médicos mayores.
Actualmente, sólo 6 de cada 10 habitantes en México han iniciado el proceso de vacunación. Si bien es cierto que existe la libertad para decidir vacunarte o no, también es cierto que aquellas personas que opten por la segunda opción tendrán que enfrentar las consecuencias de su decisión y pagar más por su salud.
En el caso de las compañías de seguros, han comenzado a realizar algunos cambios en cuanto a su cobertura. Algunas pólizas ya no cubren el tratamiento necesario, por lo que se considera conducta de riesgo, como sería el caso de actividades como el buceo, escalar muros de piedra, personas que fuman o conducir sin seguro de automóvil y, recientemente, las personas que no quieren vacunarse contra el COVID.
La lógica detrás de esta decisión es que el comportamiento de los que no cumplen con las reglas puede dañar a otros y cuesta mucho dinero.