Si bien las emisiones de CO2 de origen fósil —carbón, petróleo, gas y cemento— alcanzaron un extraordinario descenso de 5.6 % en 2020 debido a la pandemia de COVID‑19, la ONU señala que esto solo fue una reducción temporal. Durante enero y julio de 2021, las emisiones mundiales en los sectores de la energía eléctrica y la industria ya se encontraban en el mismo nivel o en un nivel superior al observado durante el mismo periodo en 2019 .
Aunque el transporte aéreo comienza a recuperar sus cifras prepandemia y el número de vuelos que se realizan al año puede ser una cifra muy grande; de acuerdo con la encuestadora Statista, en México los viajes nacionales a diciembre de 2021 fueron 30,068, lo que representó una subida de alrededor del 6.8% en comparación con el tráfico aéreo nacional reportado durante el mismo mes en 2020 .
Es importante recordar que el transporte aéreo mundial solo emite aproximadamente el 2% de las emisiones mundiales de carbono. Dichas emisiones están presentes en todos los viajes, sin embargo, podemos ver que ya existen diferentes iniciativas como la eliminación de plásticos de un solo uso, compensación de las emisiones, salones sostenibles, reutilización de uniformes en desuso y segunda oportunidad a los materiales usados durante el vuelo, entre muchas otras que se implementan no solo en nuestro país, sino a nivel internacional y que grandes y pequeñas aerolíneas han adoptado para ayudar al medio ambiente.
Después de la crisis sanitaria y tomando en cuenta las nuevas medidas, cambios y adecuaciones que tuvimos que hacer no solo para viajar, sino en la vida en general, podemos tomar y aprovechar la oportunidad de fortalecer ese respeto, reconocimiento e importancia que tiene la sostenibilidad para cada uno de nosotros como individuos y como industria.
Hemos visto una recuperación importante en los vuelos, el turismo, los destinos comienzan a verse llenos, pero debemos tener en cuenta que nuestro planeta no se está recuperando y a partir de pequeñas acciones es como podemos ayudar y crear conciencia, hay que difundir con nuestro entorno la importancia de que poner en marcha acciones para cuidar el planeta es primordial.
Con metas a 2050, a 2030, a 2023, incluso con propuestas para fin de año, es que el trabajo de sostenibilidad podrá dar resultados no solo para nosotros, también para las futuras generaciones que tanto nos necesitan y esperan que les dejemos un mundo mejor, habitable, con recursos suficientes para poder tener una vida plena y en armonía con el medio ambiente.