Este PACIC no se puede comparar con los pactos de los años 80’s para frenar la inflación porque en esa época fueron acuerdos entre todos los sectores de la economía y el actual no tiene el alcance de los de aquella época independientemente si se puede criticar o no su utilidad.
Debe ser prioridad en estos momentos contener la inflación, sin controles de precios; por esa razón el Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC) solo son 24 productos de la canasta básica. La lucha contra la inflación se debe dar usando mecanismos de mercado, y más en una economía como la de México, que lamentablemente está llena de monopolíos y oligopolios donde los precios no reflejan que sean mercados competitivos. Es decir, se debe buscar la manera de ampliar la oferta de productos y servicios para poder tener precios competitivos.
Si bien el PACIC tiene la intención de mantener por un periodo corto el precio de la canasta básica -gracias a la ayuda de 20 empresas productores-, no es suficiente y se necesita un mayor apoyo y que más empresas participen sin que esto signifique promover un control de precios.
Es importante no entrar en una escalada de precios, por esa razón el aumento a los salarios y el salario mínimo no debe ser desproporcionado, para no generar una escalada inflacionaria.
Existe un riesgo en el PACIC: que pueda ser el pretexto para intentar poner precios de control o que la medida de extienda más allá de lo necesario, tarde o temprano puede generar desabasto, bajar la calidad de los productos y mayor inflación.
Los datos nos dicen que el primer PACIC no tuvo el éxito esperado porque aumentaron la mayoría de los 24 productos contemplados. Se pueden contener un tiempo, pero tarde o temprano, si la inflación no cede, estos productos van a aumentar. Los 24 productos de este paquete han aumentado el 15.7%, lo cual refleja que no ha tenido el éxito esperado.