El capitalismo de cuates es un concepto utilizado para describir a grupos empresariales privilegiados coludidos con el gobierno para que los primeros se impongan y ocupen parte del mercado o estén exentos de ciertas leyes. Bajo estas prácticas, el éxito de algunas empresas privadas se debe a las preferencias o privilegios que les otorga el gobierno sobre otras. Estos son más comunes en economías con un Estado de Derecho débil, ya que a menudo las instituciones débiles y las lagunas legales impulsan a las empresas a aplicarlos.
El capitalismo de cuates daña la economía porque envía un mensaje a la población de que la riqueza solo está disponible para quienes tienen conexiones con el gobierno, no para los más calificados para desarrollar proyectos. En ese sentido, agrego, esto debilitaría y afectaría la economía de mercado, la democracia y daría paso al populismo dentro de la sociedad.
Cada economía emergente tiene desequilibrios y siempre hay áreas de la economía donde los ingresos crecen más rápido. Esto conduce a la desigualdad en la riqueza de la población, pero una cosa es el típico desequilibrio en el proceso de cambio -naturalmente incluso deseable- y otra es el desequilibrio creado por la corrupción y el orden entre los socios.
Sin embargo, la economía de cuates ocurre en todos los niveles. A nivel local, los empresarios son amigos o cuates del gobernador o alcalde, haciendo negocios en desarrollo urbano, franquicias de transporte público, construcción de obras públicas y compras gubernamentales.
En el nivel más oscuro también están los empresarios que lucran con negocios ilegales, como el narcotráfico o las operaciones penitenciarias. En algunos Estados, estos "hombres de negocios" nombran y destituyen a los gobernadores. Son los detentadores del poder político y todo el mundo lo sabe.
Como ciudadano, no tengo ninguna duda de que algunos de los objetivos sociales de los gobiernos son reales. Sin embargo, sus políticas hacia los negocios hasta ahora sugieren que probablemente seguirá replicando el modelo de capitalismo de cuates que, por definición, destruiría y debilitaría aún más a las instituciones formales del país.