El mercado lo confirma, en momentos de gran incertidumbre la supervivencia de una startup debe estar por encima de otros objetivos como el crecimiento acelerado. Los camellos son las especies que mejor pueden adaptarse a un escenario de bajo flujo de capital y vaivenes económicos tan drásticos como una tormenta de arena.
El escaso financiamiento es el punto de partida para que ahora las startups aspiren a convertirse en camellos y dejen atrás al mitológico unicornio. Estos mamíferos pueden sobrevivir durante el invierno hasta 6 o 7 meses sin agua, modificando su temperatura corporal entre los 34 y 40 grados centígrados para evitar la pérdida del vital líquido.
Un oasis en el desierto
Así las startups camello deberán contar con estrategias que les permitan sobrevivir en este duro invierno, reducir costos y capitalizar todas las oportunidades; como los camellos que cuando llegan a un oasis pueden beber hasta 120 litros de agua en menos de 10 minutos.
No es que el financiamiento se cierre de golpe, es que los inversionistas serán más cautelosos y buscarán a empresas más consolidadas, capaces de ofrecer rendimientos en el mediano y corto plazo. Ante estos runways largos, tan parecidos a una caminata entre dunas y un fuerte sol, las startups camellos deberán dar pasos lentos pero seguros, tal vez no haya crecimientos exponenciales y está bien, en 2023 lo que las salvará son los crecimientos sostenidos.
En 2023, transitar por el valle de la muerte será un viaje retador, lleno de desafíos; pero con una buena gestión de costos, planes antiriesgo, estrategias a mediano plazo y un excelente manejo financiero las startups podrán salir victoriosas.
Resiliencia, flexibilidad y diversidad
El próximo año será decisivo para el ecosistema. Las empresas que sobrevivan tendrán una ventaja evidente, pero las que logren crecer serán imparables. Las palabras resiliencia, flexibilidad y diversidad definirán a los camellos.
Como en la pandemia, el cliente tendrá la última palabra, y sus expectativas y necesidades frente a un contexto complejo serán más altas que nunca. Las startups deberán estar a la altura de este reto y no escatimar en ello. Eso implicará ajustar y reajustar el modelo una y otra vez, y las veces que sean necesarias.