De acuerdo con expertos consultados, si se toma en cuenta el contexto es posible considerar que la inversión de Elon Musk en México es consecuencia de un lobbying estadounidense discreto y muy eficaz.
Historia corta
El sexenio arrancó con un manejo del concepto de soberanía energética que significaba, entre otras cosas, que Pemex produjera toda la gasolina que México necesitara y que la CFE participara con el mayor porcentaje en la generación eléctrica. Así ocurrieron varios hechos con ese fin. Sin embargo, a lo largo de ese tiempo y durante las controversias a raíz de la ley eléctrica, la mano de Estados Unidos empezó a sentirse.
Las visitas de John Kerry, enviado presidencial de Estados Unidos para el Clima, empezaron a ser más frecuentes, al tiempo que el presidente de la República deslizaba los detalles del ‘Plan Sonora’ (que destaca el papel de la actividad minera, con énfasis en la producción de litio para lograr los objetivos de electromovilidad y descarbonización de la actividad industrial del Estado), de tal forma que el 31 de octubre de 2022 Andrés Manuel López Obrador declaró el impulso del automóvil eléctrico.
Después, durante la celebración de la COP27 en Egipto, el gobierno mexicano asumió los compromisos de reducción de emisiones y, para entonces, Marcelo Ebrard agarró la narrativa sobre la materia.
“México no se está descarbonizando. Está apoyando el programa de descarbonización del Inflation Reduction Act de Estados Unidos. Sí está abriendo sus fronteras para el nearshoring con presuntos criterios de sostenibilidad. Pero, en realidad, el gobierno de Biden está imponiendo condiciones fuertes para que ellos cumplan con sus metas”, afirma Miriam Grunstein, senior partner de Brilliant Energy Consulting.
Por lo tanto, la ‘Operación Tesla’ es el resultado de eventos que, en el fondo, responden a las presiones de Estados Unidos que necesita garantizar su transición energética. La medalla, de alguna forma, habría que otorgársela a la integración económica de América del Norte.
Dicho lo anterior, vale la siguiente analogía: la fiesta ocurre aquí, en México, pero la música es puesta por Estados Unidos, bajo un contexto en el que también se impulsa el nearshoring y los autos eléctricos.
Rosanety Barrios, experta en energía, explica que el nearshoring es un tema de seguridad nacional para Estados Unidos, lo mismo que soltar su dependencia hacia los hidrocarburos. “Es el país que más consume gasolina en todo el mundo y por eso necesita moverse hacia los autos eléctricos. El nearshoring y los autos eléctricos van engrapados”, afirma.