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#Entrelíneas | El lado B de la ‘Operación Tesla’

Si se toma en cuenta el contexto es posible considerar que la inversión de Elon Musk en México es consecuencia de un lobbying estadounidense discreto y muy eficaz, apunta Jonathán Torres.
lun 06 marzo 2023 06:10 AM
Tesla plans a new gigafactory in northern Mexico, in Santa Catarina
Un camión pasa frente a un cartel, que da la bienvenida a Tesla, instalado en un semáforo cerca del terreno donde Tesla ha indicado que construirá una nueva gigafábrica, en Santa Catarina, en las afueras de Monterrey.

(Expansión) - ¿Paradoja de la vida real? La inversión estatal más grande de este sexenio es la refinería Dos Bocas. La inversión privada más grande de este sexenio es una fábrica para producir autos que no usarán gasolina…

Sí, la ‘Operación Tesla’ podría significar una paradoja ante los elementos que hemos visto en cuanto a lo que se refiere a la política energética, pero esta circunstancia necesita mirarse con un lente más profundo.

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De acuerdo con expertos consultados, si se toma en cuenta el contexto es posible considerar que la inversión de Elon Musk en México es consecuencia de un lobbying estadounidense discreto y muy eficaz.

Historia corta

El sexenio arrancó con un manejo del concepto de soberanía energética que significaba, entre otras cosas, que Pemex produjera toda la gasolina que México necesitara y que la CFE participara con el mayor porcentaje en la generación eléctrica. Así ocurrieron varios hechos con ese fin. Sin embargo, a lo largo de ese tiempo y durante las controversias a raíz de la ley eléctrica, la mano de Estados Unidos empezó a sentirse.

Las visitas de John Kerry, enviado presidencial de Estados Unidos para el Clima, empezaron a ser más frecuentes, al tiempo que el presidente de la República deslizaba los detalles del ‘Plan Sonora’ (que destaca el papel de la actividad minera, con énfasis en la producción de litio para lograr los objetivos de electromovilidad y descarbonización de la actividad industrial del Estado), de tal forma que el 31 de octubre de 2022 Andrés Manuel López Obrador declaró el impulso del automóvil eléctrico.

Después, durante la celebración de la COP27 en Egipto, el gobierno mexicano asumió los compromisos de reducción de emisiones y, para entonces, Marcelo Ebrard agarró la narrativa sobre la materia.

“México no se está descarbonizando. Está apoyando el programa de descarbonización del Inflation Reduction Act de Estados Unidos. Sí está abriendo sus fronteras para el nearshoring con presuntos criterios de sostenibilidad. Pero, en realidad, el gobierno de Biden está imponiendo condiciones fuertes para que ellos cumplan con sus metas”, afirma Miriam Grunstein, senior partner de Brilliant Energy Consulting.

Por lo tanto, la ‘Operación Tesla’ es el resultado de eventos que, en el fondo, responden a las presiones de Estados Unidos que necesita garantizar su transición energética. La medalla, de alguna forma, habría que otorgársela a la integración económica de América del Norte.

Dicho lo anterior, vale la siguiente analogía: la fiesta ocurre aquí, en México, pero la música es puesta por Estados Unidos, bajo un contexto en el que también se impulsa el nearshoring y los autos eléctricos.

Rosanety Barrios, experta en energía, explica que el nearshoring es un tema de seguridad nacional para Estados Unidos, lo mismo que soltar su dependencia hacia los hidrocarburos. “Es el país que más consume gasolina en todo el mundo y por eso necesita moverse hacia los autos eléctricos. El nearshoring y los autos eléctricos van engrapados”, afirma.

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En México, en tanto, no hay una contradicción. Sí, en los últimos meses ha habido un cambio de narrativa, pero tampoco significa un golpe de timón. La refinería Dos Bocas es una de las grandes obras y sellos del actual sexenio. La producción de gasolina para consumo interno es una de sus principales cartas. Sí, hay ajustes en la política energética renovable, pero bajo un simple criterio: ‘Como yo, gobierno, así lo decida’.

La ‘Operación Tesla’ no cambia ni la ideología ni la forma de ver la economía y el sector energético del presidente. Para él, éste es y seguirá siendo un sector estratégico donde el Estado debe tener el control.

Como sea, la ‘Operación Tesla’ representa la mejor noticia de nuestra historia reciente. Pero también trae consigo un enorme riesgo que tiene que ver con el México que se quedará rezagado con esta operación. El norte del país contará con empleos, muy probablemente adaptará sus modelos educativos a la demanda del mercado y aumentará su competitividad, mientras que en el sur el tiempo pasará inexorablemente.

“Ha habido una apertura enmarcada en un discurso más amplio que es la integración económica de América del Norte, el nearshoring y la regionalización de las cadenas de valor”, dice Óscar Ocampo, coordinador de Energía y Medio Ambiente del IMCO.

Cómo desarrollar el sur-sureste de este país, a raíz de la inversión de Elon Musk. Ésa es la gran asignatura pendiente. Ciertamente, al margen de esta operación, ninguno de los antecesores de Andrés Manuel López Obrador hizo mucho para contrarrestar las desigualdades regionales, pero ahora es más que necesario detonar la logística e involucrar a la educación en esta ecuación. En la medida que no tengamos una mejor educación no será posible llevar industrias de mayor valor agregado a otras regiones. Necesitamos mejor capital humano (educación) para industrias complejas.

Ahí está el desafío y, al mismo tiempo, el principal riesgo de esta historia. En su momento, el TLCAN trajo progreso y bienestar, se desarrolló el norte, se crearon varios millonarios, pero también una base social muy amplia no tuvo oportunidades. El origen de todo fue la educación.

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Ahora, ¿qué puede salir mal? Exactamente lo mismo que salió mal durante el TLCAN. Si no se invita a la educación a esta fiesta, vendrá el desarrollo para unos y otros seguirán atrapados en el rezago. La buena noticia que significa la inversión de Tesla implica un desafío: que el crecimiento beneficie a más población y no quede en manos de unos pocos.

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El sector vivienda también ya se frota las manos pues se proyecta que, junto con la generación de empleos, la ‘Operación Tesla’ también provocará un flujo migratorio hacia la zona. Ello disparará la demanda de casas y departamentos, tanto en venta como en renta, con el correspondiente aumento de precios.

Nota del editor: Jonathán Torres es socio director de BeGood, Atelier de Reputación y Storydoing; periodista de negocios, consultor de medios, exdirector editorial de Forbes Media Latam. Síguelo en LinkedIn y en Twitter como @jtorresescobedo . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión.

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