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A la caza de Guacamayas

La cacería o fabricación de culpables deja ver la pobre visión y rabietas de castigar por qué alguien tiene que pagar las manchas en la esfera cercana al presidente, apunta Carlos Ramírez Castañeda.
jue 30 marzo 2023 06:05 AM
México y Estados Unidos van perdiendo la guerra contra la ciberdelincuencia.
Los ataques digitales están a la orden del día y a pesar de tener una responsabilidad laboral, no se puede tener una certeza de estar atendiendo todo al 100%, apunta Carlos Ramírez Castañeda.

(Expansión) - Se suponía que no habría castigos, ni culpables, que la información filtrada no era real, que solo era un ejercicio de desprestigio de los conservadores financiando actos vandálicos.

Entre esas suposiciones, ha caído el primer imputado por el caso Guacamaya Leaks; con ello, el martes 28 de marzo diversos medios abordaron noticias sobre el teniente coronel adscrito a la Dirección de informática de Sedena, hoy procesado por delitos relacionados a la pérdida de información militar, lo cual en realidad suena al comienzo de una cacería de brujas que solamente servirá para saciar las ansias de venganza ante la burla y señalamientos mediáticos que la cabeza presidencial ha tenido que desviar y ocultar sobre cada filtración de Guacamaya Leaks, cosas que siguen saliendo a la luz.

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En alguna mañanera se dudó sobre la existencia de especialistas en el campo de ciberseguridad en México, sin embargo, muchos organismos a órdenes disfrazadas y preocupadas pusieron manos a la obra al tema, aunque solo fue un momento efímero, ya se les olvidó que la ciberseguridad requiere continuidad y presupuesto.

La cacería o fabricación de culpables solo deja ver la pobre visión y rabietas de castigar por qué alguien tiene que pagar las manchas en la esfera cercana al presidente, a sabiendas que el tema de hacktivismo escapa por encima del entendimiento de muchas personas, particularmente en la cercanía presidencial.

¿A quien culpamos entonces? ¿A la carencia de importancia al tema? Pues recordemos que tenemos una Estrategia Nacional de Ciberseguridad empolvada, la cual se quedó en el olvido a sabiendas de que fue algo rescatable, pero con colores de otro partido o mejor dicho sexenio.

O quizá podemos culpar a la austeridad, pues con los múltiples recortes y amiguismos manejando las dependencias no quedó mucho presupuesto para la ciberseguridad, ya que todo se resuelve con abrazos, incluyendo a los “hackeadores”; léase esto último con sátira de resignación ante la carencia de oportunidades e importancia a la temática digital.

Pensemos también en que esto desencadenará una serie de temas en sentido de satanización a la ciberseguridad. Recordemos que se le apostaron a proyectos que habrían sido funcionales hace un par de décadas, como por ejemplo trenes que cruzan el país sin energías limpias (pues no existían), aeropuertos fallidos, en lugar de apostarle a temática de relevancia en las agendas globales y sobre todo a la protección de un país.

Saldrán a la luz varios culpables, de ahí enemigos públicos ante la opinión reflejada en las charlas de la mañana; sin embargo, esto es solo el comienzo para vislumbrar el escenario de atención digital mayor.

Pensemos en qué sectores requieren ciberseguridad, básicamente todos, algunos resaltando sobre otros como bancos, hospitales, centrales petroleras, etc. ¿Qué va a pasar entonces si un empleado comete un error, una omisión? De inmediato será procesado por haber doblado las manos ante una amenaza invisible como un tipo de malware, la explotación de una vulnerabilidad.

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¿Cómo hacemos entonces para que las personas que toman las decisiones en el país lo entiendan?, pareciera que ni volviendo a nacer.

Los ataques digitales están a la orden del día y a pesar de tener una responsabilidad laboral, no se puede tener una certeza de estar atendiendo todo al 100%, y no por ello podemos ser culpados por un tema que como lo he dicho sobrepasa el entendimiento y visión de las autoridades.

Guacayama Leaks aún tiene mucho para sacar a la luz, la cantidad de documentos, correos es abismal, por ello varios medios que tienen los archivos no han hablado, pero a cuentagotas aprenderemos lecciones de ciberseguridad, pero la más importante, estar inmersos en la temática es vital.

Nota del editor: Carlos Ramírez Castañeda es especialista y apasionado por el Derecho Informático, particularmente en ramas de Ciberseguridad, Cibercriminalidad y Ciberterrorismo. Tiene un Máster en Derecho de las Nuevas Tecnologías de la Información y Comunicaciones de Santiago de Compostela España, Doctor en Administración y Políticas Públicas de México. Es colaborador de diversas instituciones académicas y gubernamentales, profesional siempre interesado en temas de ciberprevención particularmente con sectores vulnerables. Síguelo en Twitter como @Ciberagente . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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