Si profundizamos en la industria de consumo masivo en Latinoamérica, podemos enfocarnos en tres categorías de productos, según el impacto de la inflación en cada uno. De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, la categoría con mayor inflación es la de alimentos y bebidas, cuadruplicándose de 3.8% en 2020 a 15.7% en 2022. También se observa un crecimiento pronunciado en la categoría de muebles y artículos para el hogar al alcanzar una inflación de 8.3%, y de 2.1% para ropa y calzado.
Retomando los hallazgos del estudio Consumo masivo: oportunidades para enfrentar los retos de la industria en Latinoamérica, estas son tres claves para entender el fenómeno inflacionario en la región:
1. Impacto en las preferencias de los consumidores
La inflación por sector es evidente para los consumidores, quienes han percibido incrementos importantes en los precios de alimentos básicos, comida fresca y empaquetada, vestimenta, productos electrónicos, entre otros bienes de consumo. No obstante, los cambios en los precios llevan a modificaciones en la decisión de compra, lo cual ofrece posibilidades para transformar las operaciones y el modelo de negocio.
Debido a estos incrementos en los costos de las materias primas y la distribución, además de los factores derivados de la pandemia, las marcas se han visto obligadas a incrementar los precios de sus productos en el anaquel físico y virtual; sin embargo, el aumento no ha sido en la misma medida, al ocasionar una reducción en los márgenes, ya que no se ha trasladado el efecto total al consumidor final.
Las personas son más sensibles a los cambios en los precios de bienes de consumo y suelen buscar alternativas más económicas para reducir su gasto. A partir de los cambios acelerados de los últimos años, el consumidor se ha visto obligado a reaccionar y adaptarse, y provoca una transformación en sus hábitos de compra, muchos de los cuales se mantendrán en el futuro.