El adjetivo de recesión leve me parece lógico, ya que no hay más choques en este momento que recrudezcan el impacto de la política monetaria. Pero una recuperación de hasta dos años parece exagerado, y se justifica por la posición y la estrategia del sistema bancario durante la atapa del relajamiento cuantitativo más reciente. Es decir, los bancos son culpables en cierta medida.
Si la hay, la recesión será ligera
Si comparamos las últimas dos recesiones de Estados Unidos con la que se avizora en 2023, observamos condiciones iniciales completamente distintas en el aspecto macroeconómico, de tal manera que la recesión esperada sería poco comparable con las anteriores.
En primer lugar, los programas de estímulo monetario que ejecutó Estados Unidos desde la crisis del 2008 a la fecha no solo fueron extraordinarios, sino que modificaron las condiciones y el piso sobre el cual atacaría una nueva recesión. En el periodo 2008-2022, la Reserva Federal expandió monetariamente a la economía más de seis veces, considerando que la población del país apenas creció 1.1 veces. En términos relativos, el stock de dinero creció 5.7 veces por habitante en el mismo periodo.
Es importante aclarar que los estímulos monetarios no llegan la población de forma directa, sino a través del sistema bancario y de las transferencias del gobierno. Aunque el sistema financiero se haya llenado de dinero, solo una parte de este dinero se canalizó al sector privado, lo demás se quedó en los bancos en forma de reservas e invertido en bonos del gobierno.
Paradójicamente, el sistema bancario se encuentra vulnerable ante el desapalancamiento de la Reserva Federal, ya que invirtieron sus reservas en bonos del tesoro en una proporción de 2 a 1 sobre préstamos a la industria y comercio (saldos del primer trimestre de 2022). Sin embargo, el grueso de los recursos del relajamiento cuantitativo permaneció inerte como exceso de reservas (3.2 trillones de dólares, con datos del sistema FRED de junio de 2020).
¿Qué tanto puede ahogarse una economía que nada en billetes verdes?
La restricción monetaria consiste en reducir la tasa de crecimiento del dinero en el tiempo, incluso, hasta niveles negativos, como sucede en este momento en Estados Unidos.
En términos de los flujos de dinero, la astringencia monetaria impacta en las variables reales de la economía que avizoran una desaceleración o recesión. Pero, el stock de dinero, aunque con variaciones, seguirá en niveles históricos.
La disciplina monetaria no alcanzará a contraer a la economía a un nivel comparable al de hace unos años. Por ejemplo, en 2023 la Reserva Federal redujo los activos de su hoja de balance en apenas un trillón de dólares durante el inicio del ciclo restrictivo con respecto al año anterior. Con todo y esta reducción nominal del stock de dinero, la economía continúa siendo más de seis veces mayor que en 2008.
Por ello, puede esperarse que la economía entre en una etapa de ligero enfriamiento, ya que la Reserva Federal sobre calentó a la economía durante varios años con inyecciones históricas al sistema financiero y al gobierno. Es poco probable apagar a un volcán monetario con una llovizna. Ese volcán seguirá activo así llueva cien veces.