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De la incertidumbre a la OPI, el futuro de Banamex

La adquisición de Banamex por parte de otro actor del mercado o la entrada de un nuevo competidor podría reconfigurar la estructura del sector y crear nuevas dinámicas competitivas.
mié 24 mayo 2023 02:06 PM
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El banco global dijo que espera que la oferta se complete en 2025.

(Expansión) - En un movimiento que ha sacudido a la industria financiera, Citigroup, uno de los gigantes bancarios globales, anunció la venta de su filial mexicana, Citibanamex. Esta venta marca un hito significativo en el sector y ha generado un gran interés tanto en el ámbito financiero como en el público en general.

Sin embargo, se esperaba que durante los primeros meses del 2022 se tuviese un comprador que simplemente no fue. ¿Por qué si los bancos han tenido grandes utilidades en los últimos años ningún gran empresario pudo adquirir a Banamex? Hoy Citi anunció que intentarán con una OPI hasta el 2025 , casualmente hasta el nuevo gobierno de México. ¿Será que el riesgo político ha aumentado y los posibles compradores desistieron o simplemente ofrecieron un precio que no esperaba Citi?

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La decisión de Citigroup de vender Banamex puede atribuirse a varios factores estratégicos y financieros. Uno de los principales motivos es la búsqueda de Citigroup de simplificar su estructura y enfocarse en sus mercados clave. Al desprenderse de Banamex, la entidad puede redirigir sus recursos y esfuerzos hacia regiones y áreas de negocio consideradas prioritarias.

Además, la venta de Banamex también puede ser una respuesta a los desafíos y cambios en el entorno regulatorio. La industria financiera ha experimentado una mayor supervisión y regulación en los últimos años, lo que ha llevado a algunas instituciones a reevaluar su presencia en ciertos mercados o a reajustar su modelo de negocio para adaptarse a las nuevas normativas.

La adquisición de Banamex por parte de otro actor del mercado o la entrada de un nuevo competidor podría reconfigurar la estructura del sector y crear nuevas dinámicas competitivas.

Asimismo, la venta de Banamex podría tener consecuencias para los clientes y empleados de la institución. Dependiendo de los términos de la venta, es posible que los clientes experimenten cambios en los servicios, las políticas y las condiciones bancarias. Por otro lado, los empleados podrían verse afectados por reestructuraciones o ajustes en la plantilla, dependiendo de la estrategia y las decisiones de la entidad que adquiera el banco.

A largo plazo, la venta de Banamex podría tener implicaciones significativas para el panorama bancario mexicano. La entrada de nuevos actores o la consolidación de competidores existentes podrían alterar la estructura de mercado y fomentar la competencia, lo que podría traducirse en beneficios para los consumidores, como una mayor variedad de productos y servicios financieros, así como mejores condiciones y tarifas.

Además, la venta de Banamex podría abrir nuevas oportunidades para otras instituciones financieras mexicanas o internacionales interesadas en expandir su presencia en el país. La adquisición de una entidad establecida como Banamex podría proporcionar una base sólida para el crecimiento y la penetración en el mercado mexicano.

Si Banamex no se vendió en este 2022 y en su lugar se opta por una Oferta Pública Inicial (OPI) de acciones hasta el 2025, esto tendría importantes consecuencias para la institución y el mercado financiero mexicano.

En primer lugar, una OPI de acciones implicaría que Banamex se convierta en una empresa pública, lo que conllevaría una mayor transparencia y rendición de cuentas ante los accionistas. Esto podría fortalecer la confianza de los inversionistas en el banco y abrir nuevas oportunidades de financiamiento para su crecimiento y expansión. Además, una OPI permitiría a los inversionistas individuales participar en la propiedad de Banamex, democratizando el acceso a la inversión en el banco y potencialmente generando un mayor interés y compromiso con el desarrollo del mercado financiero mexicano.

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En segundo lugar, una OPI de acciones podría implicar que Banamex conserve su independencia y continúe operando bajo su propia estrategia y modelo de negocio. Esto permitiría a la institución mantener su posición en el mercado y seguir compitiendo con otros actores clave en el sector bancario mexicano. Además, al no ser vendido a otra entidad, Banamex podría preservar su identidad y cultura organizacional, lo que podría ser valioso para los empleados y clientes actuales.

Por último, una OPI de acciones podría tener un impacto positivo en la liquidez y la profundidad del mercado de valores mexicano. La inclusión de Banamex en el mercado bursátil brindaría a los inversionistas más opciones para diversificar sus carteras y aumentaría el número de empresas cotizadas en el país. Esto podría atraer a inversionistas nacionales e internacionales, fomentar el desarrollo del mercado de capitales en México y generar un mayor dinamismo en la economía en general.

Sin embargo, queda la sospecha de que hay un aumento en el riesgo político para las inversiones de ciertas empresas o personas en esta última etapa del gobierno del presidente López Obrador. Habrá que esperar también si realmente cumple el intento de comprar este gobierno a Banamex cuando realmente ya cuentan con un banco, el Banco del Bienestar, y que por cierto no está bien administrado; además, ya se tiene una Banca de Desarrollo. ¿Para qué otro banco público?

Nota del editor: Jorge Sánchez Tello es consultor privado independiente. Consejero Independiente. Síguelo en LinkedIn y en Twitter. Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad única del autor. Las opiniones de este artículo son responsabilidad única del autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión.

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