Esto último cobra especial relevancia si se considera que, de acuerdo con el Índice de Tendencias Laborales 2022, el 65% de los trabajadores operativos considera que los mensajes de los líderes del negocio no llegan a ellos, además de que más de la mitad de las empresas (57%) rara vez se entera de las experiencias de sus empleados en el trabajo, y sólo el resto solicita, al menos una vez al año, comentarios de sus empleados. Si a ello se agrega que 56% de los empleados dicen que no hay suficientes oportunidades de crecimiento en su empresa para permanecer a largo plazo y el 55% indica que la mejor forma de desarrollar sus habilidades es cambiar de empresa, la rotación de personal podría generar daños a la empresa.
Y es que hoy, los empleados, en cualquier parte del mundo, no requieren de encuestas de salida; sólo necesitan una red social para expresar -por lo general de forma anónima- sus quejas respecto a su entorno laboral. El mismo estudio plantea que mucha información hacia el exterior de las empresas no es transmitida internamente, por lo que los colaboradores se informan sobre su propia empresa a través de los medios de comunicación.
Un ambiente laboral desfavorable con falta de información interna y el acceso a las redes pueden eventualmente convertir a cada empleado en un vocero que ponga en entredicho la calidad, responsabilidad y prestigio de una empresa, información valiosa para quien desea ingresar a ella. Hace pocos años, una afamada empresa de tecnología, clasificada como Best Place to Work, enfrentó quejas de sus empleados en redes sociales en donde había comentarios como: “Me trataron como basura”, “Probablemente ha sido mi peor experiencia laboral hasta la fecha”, “Serví a dos de los peores jefes” o “Las instrucciones no estaban claras, todo había que adivinarlo”.
En todas las industrias y en todo tamaño de corporativos se conocen, a través de internet, quejas que van desde largas horas de trabajo y conflictos con los superiores, hasta un clima laboral negativo y favoritismos y crecimiento personal sólo hacia algunos “privilegiados”. El problema no es sólo que surjan comentarios, sino que todos ellos son considerados por quienes eventualmente aspirarían a entrar a trabajar a alguna de estas empresas.
Cuando es evidente que el ambiente laboral es turbio, que hay inconsistencia entre los valores corporativos y su vivencia al interior, y, en cuestión de comunicación, falta información o tienen ciertos sesgos –especialmente ante alguna crisis– y se enfoca más hacia el exterior que hacia el interior, las opiniones expresadas en las redes no pueden ser favorables.
Hace algunos años trabajé para una empresa internacional de la industria alimenticia, y enfrenté el reto de integrar todo un sistema de comunicación hasta entonces desarticulado. Se carecía de un concepto medular del cual se desprendiera toda la comunicación a través de diferentes canales, considerando la información que cada vicepresidencia necesitaba transmitir.