Para quienes no están familiarizados con lo que es un testamento, lo podemos definir como un documento legal donde se estipula la distribución de los bienes presentes o futuros y la forma en que serán distribuídos al momento del fallecimiento.
Aún con la difusión para preparar este documento fundamental, todavía no penetra la cultura de tenerlo preparado, incluso los más jóvenes no tenemos ni siquiera en mente el considerarlo, no es de extrañarse si vemos lo poco que estamos construyendo el ahorro para el retiro.
No se requieren grandes trámites o cosas muy elaboradas, es muy sencillo tenerlo listo. Por ejemplo, pocos conocen que lo puedes elaborar, frente un Notario que de fe del mismo, desde los 16 años, además de la edad, debes gozar de las facultades mentales al momento de su realización.
El testamento te otorga dos derechos que debes y puedes ejercer: es secreto y es modificable; esto significa que puedes determinar a tus beneficiarios a tu completa discreción y lo puedes cambiar cuantas veces creas necesario, por ello, es fundamental, al momento de llevar a cabo la sucesión, revisar la fecha y hora en la que se elaboró el documento porque el válido será el más reciente.
Si bien es aparentemente caro poder dictar la última voluntad, es una de las mejores inversiones que podemos dejar, no hay como dejar claridad, de ahí el nombre de esta colaboración, evita heredar problemas, mejor deja soluciones.
Esta premisa es fundamental, he visto familias que han quedado destrozadas por la falta de certeza jurídica; más aún, creen que merecen el fruto de trabajo de una vida de quien ha fallecido detonando batallas legales que después acaban en grandes enemistades y sin contar los gastos originados de las mismas.