Hay luz al final del túnel, tanto la Condusef como la Asociación de Bancos de México (ABM) han adquirido ese compromiso de no excluir a nadie, en 2021 se firmó entre ambas instituciones el Decálogo para mejorar la atención y el servicio a las personas adultas mayores usuarias de la Banca; ello ha presentado un reto, porque se deben transformar las formas de operar, la manera en la que se presentan las aplicaciones, pero más aún, ayudarles a crear conciencia a las personas de la tercera edad a no ser víctimas de fraudes en distintas modalidades.
Es triste ver que muchas estafas se realizan por el primer círculo de confianza, porque les encargan retirar dinero del cajero automático y les entregan tarjeta, contraseña para poder hacerlo, generalmente les entregan menos o les inventan un falso problema técnico, perdiendo así sus recursos.
Por otro lado, también son súper suceptibles de caer en estafas más elaboradas como phishing o vishing, donde les llaman por teléfono y obtienen toda la información sensible para realizar operaciones, vaciando las cuentas por completo. Ello aún con las recomendaciones que hacemos de no dar datos confidenciales.
Para muestra un botón, una de cada tres personas que acuden a la Condusef para presentar alguna reclamación u orientación es sobre un asunto relacionado a un quebranto patrimonial de una persona mayor.
El problema es de origen y no es culpa de las personas mayores, crecieron junto con la Banca, pero no siguieron aprendiendo o no evolucionaron juntos. Todavía son generaciones en las que el cheque era un método de pago favorito, en donde no había los sistemas para poder corroborar al instante si se contaban los recursos y todavía más, les tocó el nacimiento de la tarjeta de crédito, donde todavía se “planchaba” con una troqueladora y los cargos se reflejaban hasta fin de mes. Vieron surgir los primeros cajeros electrónicos y tantas cosas más.
Una gran solución, y se está a marchas forzadas para alcanzarlo, es ofrecer educación financiera especializada a los adultos mayores acompañada de una gran capacitación para que todos los colaboradores del sistema financiero tengan las habilidades para orientar paso a paso a un adulto mayor en el uso de la Banca electrónica en sus distintas modalidades, tanto las aplicaciones como la Web como en la protección de sus tarjetas de débito o crédito y el uso de cajeros automáticos.