(Expansión) - México tiene un potencial de crecimiento destacado en los segmentos industriales vinculados a la manufactura de exportación, es decir, la relocalización de la producción, que en México hemos adoptado como nearshoring. De acuerdo con lo publicado por la consultora Deloitte en el estudio Nearshoring en México - A rapidly emerging phenomenon, algunos de los sectores que presentan un dinamismo creciente en la atracción de Inversión Extranjera Directa, además de la industria automotriz y del acero, son: equipos de cómputo, equipos de comunicación, aparatos electrodomésticos y equipo de generación eléctrica. Todos forman parte de lo que se llama la industria make-to-stock.
Make-to-stock, el potencial latente del ‘nearshoring’
Junto con el potencial que cuenta nuestro país, también tiene que enfrentar crecientes retos que agregan incertidumbre a su operación. Por ejemplo, el Foro Económico Mundial ha identificado este año al incremento en el costo de vida, los desastres naturales ligados a eventos climáticos y la confrontación geoeconómica como los tres principales riesgos a nivel global. En el caso de México, recientemente hemos visto cómo el segundo de ellos, los riesgos climáticos como el que vivimos con el huracán Otis, puede trastocar las previsiones no sólo sociales, sino económicas y de demanda.
Consecuentemente, aprovechar este potencial requiere contar con las herramientas tecnológicas que permitan una correcta administración de la demanda que reduzca costos y aproveche las oportunidades de sectores como la llamada industria make-to-stock, es decir productos que se manufacturan de forma estandarizada para atender demandas pronosticadas, en larga escala y con baja o ninguna customización.
Uno de los ejemplos más claros de este tipo de industria es la producción de electrodomésticos, la cual en nuestro país ha mostrado un crecimiento en IED dirigida a este segmento de 141% en un comparativo entre las llegadas en el periodo 2013- 2017 y lo ocurrido entre 2018 y el primer trimestre de este año, de acuerdo con el mencionado estudio.
Pero ¿cuáles son los retos a los que se enfrenta la industria make-to-stock en México?
- Una adecuada predicción de la demanda, incluso en tiempos inciertos, donde las disrupciones económicas, sociales y ambientales están transformando la periodicidad en la adquisición de insumos y equipos. Por ejemplo, los fenómenos meteorológicos pueden incrementar la demanda no planeada de ciertos equipos ante la inesperada pérdida.
- Reducción de costos. La volatilidad de los tipos de cambio, la inflación y los conflictos geoeconómicos están alterando los precios de forma más dinámica cada vez, por lo que las ventanas de oportunidad de tener una planeación adecuada fortalecen al negocio.
- Evitar el exceso o la escasez de inventario; la primera por los costos de almacenaje que pudiera representar, además de la inmovilización del capital de trabajo, en caso de contar con existencias por encima de la demanda, y la pérdida de oportunidades en caso de no contar con las piezas requeridas por el mercado.
- Integrar a las áreas clave de la empresa como producción, previsión de ventas y gestión de inventarios, quienes contribuirán a desarrollar una previsión más efectiva de la demanda y de la operación.
- Contar con herramientas tecnológicas esbeltas que permitan integrar a las áreas relevantes de forma ágil, sin distraer recursos y sin que se requiera largos periodos de implementación.
La industria manufacturera, clave para el desarrollo regional
México vive un auge manufacturero. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la producción industrial del país aumentó 0.15% durante septiembre de este año. De los cuatro sectores industriales, solamente el conjunto de industrias manufactureras incrementó su nivel productivo, en 1.66%, tras una caída previa de 0.73%. El sector de manufactura en nuestro país contribuye con el 18% del PIB, y por el otro, es la principal industria exportadora con el 87%.
Como fuente de atracción de fondos internacionales - la industria recaudó más de la mitad de los 29,000 millones de dólares en IED, en los primeros seis meses de este año. Los estados donde esta inversión está aterrizando con mayor claridad son Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, San Luis Potosí, Guanajuato y Jalisco.
México ha apostado al despegue industrial como motor de crecimiento, no sólo para las fábricas que lleguen a México, sino al ecosistema ligado a este auge. En ese sentido, es necesario impulsar la transformación digital en el mercado mexicano, en el que la digitalización de procesos resulta esencial para segmentos con alto potencial para la atracción de nuevas inversiones como el make-to-stock.
Conclusión
La principal duda que queda es si la industria mexicana estará dispuesta a invertir en las herramientas necesarias para lograr sacar los mejores resultados de este contexto mercadológico positivo. Sin lugar a duda será necesaria la inversión en tecnología para que los nuevos parques industriales que se instalen puedan llegar al retorno de la inversión en tiempo récord. Además, será obligatorio a las industrias, a raíz de clientes cada vez más exigentes, tener mayor control sobre los recursos que la producción consume, lo que apenas será posible con el apoyo de software de gestión empresarial de punta y la inteligencia artificial. ¿Estará México listo para la quinta revolución industrial?
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Nota del editor: Alejandro Luna es Country Manager de Infor México. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.
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