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¿México está listo para la entrada de autos eléctricos?

Además de la falta de infraestructura física representada por el déficit de estaciones de recarga, es importante considerar la limitada capacidad del país para generar energía eléctrica.
jue 25 abril 2024 06:01 AM
Comodidad y ahorro, las bases de la nueva movilidad
La expansión de las estaciones de recarga, tanto en las ciudades como en la red carretera del país, dependerá de cómo se resuelva la generación y distribución de energía eléctrica a corto plazo, considera Héctor Romo.

Después de la crisis de componentes electrónicos y la disrupción en las cadenas de suministro que afectaron considerablemente a la industria automotriz entre 2020 y 2022, actualmente se visualiza una recuperación significativa en la venta de vehículos ligeros en México: 42% comparando febrero de 2022, frente al mismo mes en 2023, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi). Aunque es un avance significativo, esto no quiere decir que las afectaciones hayan sido superadas por completo.

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Lo mismo ocurre con la venta de vehículos eléctricos (EV por sus siglas en inglés), con un crecimiento en ventas de casi 80%, e híbridos enchufables (PHEV por sus siglas en inglés), los cuales presentaron un incremento de 41% en ventas, considerando el periodo de noviembre de 2022 al mismo mes de 2023 en ambos casos.

Ante este escenario, surge la pregunta: ¿México está listo para la entrada de autos eléctricos? Tan solo de enero de 2022 a noviembre de 2023, a nivel nacional, se vendieron 6,198 unidades con tecnologías eléctricas híbridas, lo que sin duda coloca a nuestro país con un rezago importante en la comercialización de estos vehículos.

En cualquier caso, la perspectiva de crecimiento en la participación de mercado de los EV para 2030 continúa en aumento.

El estudio 24th Annual Global Automotive Executive Survey indica que, entre las personas encuestadas, las estimaciones de crecimiento en la proporción de ventas de este tipo de vehículos crecieron de 2023 a 2024, pasando de 24% a 30% del total de ventas en Europa occidental, de 29% a 33% en Estados Unidos y de 24% a 36% en China, mientras que en países similares a México en infraestructura, el perfil de mercado y consumidores, como lo son India o Brasil, se espera que el incremento de las ventas sea más lento, 20% y 19% respectivamente, debido a las limitaciones en la infraestructura eléctrica y en mercados con menor capacidad.

Los desafíos en infraestructura para México

Actualmente, en México existen 425 estaciones públicas de recarga para EV y PHEV; la Ciudad de México cuenta con 91, mientras que Campeche solo tiene dos. En este sentido, asumiendo que todas ellas poseen súper cargadores, los cuales alcanzan una recarga de hasta 80% de la batería en un lapso de 20 a 30 minutos, se lograría una disponibilidad de carga total de 20,400 unidades.

Lo anterior, comparado con el número total de unidades en circulación, implica un déficit de 22,600 vehículos y, a su vez, sugiere que más de 50% de los EV y PHEV son recargados en los hogares de los usuarios, siendo utilizados únicamente para recorridos cortos dentro de la periferia de la ciudad y representando una limitación en su funcionalidad; cabe destacar que de estos factores también inciden en la percepción de los ejecutivos encuestados respecto a que la penetración en ventas en países como México sea más lenta.

Además de la falta de infraestructura física representada por el déficit de estaciones de recarga, es importante considerar la limitada capacidad del país para generar energía eléctrica, especialmente ante la coyuntura del nearshoring, por lo que la expansión de las estaciones, tanto en las ciudades como en la red carretera del país, dependerá de cómo se resuelva la generación y distribución de energía eléctrica a corto plazo.

A lo anterior se suma otra consideración: ¿quién está mejor posicionado para poseer y operar las estaciones de carga? De acuerdo con la encuesta referida, el primer lugar lo ocupan los proveedores de recarga y de energía eléctrica, seguidos de las estaciones de carga de otras empresas automotrices y de las cadenas de estaciones de servicio de combustible.

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A corto plazo, se visualiza que las tecnologías híbridas pueden asistir en la potencial transición hacia los EV y, particularmente, hacia los PHEV.

En conclusión, México presenta un déficit importante en materia de infraestructura física, principalmente en cuanto a estaciones de recarga, de generación y suministro de energía eléctrica, el cual limitará el incremento de la participación en ventas de los EV y PHEV, por lo que la inversión en el plazo inmediato es fundamental.

Por supuesto, existen aliados estratégicos que pueden ayudar a conseguirlo, como son las actuales cadenas de proveedores de recarga o las cadenas de estaciones de servicio de combustible, las cuales pueden facilitar la expansión de la infraestructura necesaria para satisfacer la demanda potencial y maximizar la funcionalidad de las unidades.

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Nota el editor: Héctor Romo es Socio Líder de la Oficina Querétaro de KPMG México. Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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