El ámbito laboral moderno demanda habilidades que trascienden lo puramente técnico, y la fortaleza sobresale como un atributo fundamental para enfrentar desafíos, superar obstáculos y mantener la motivación en entornos adversos. La fortaleza es una virtud cardinal que juega un papel crucial en la vida de las personas, siendo la capacidad de resistir en el bien, a pesar de las adversidades.
La palabra fortaleza proviene de la lengua provenzal fortalessa y ésta a su vez del latín fortis, que se traduce en: “fuerte”, “valiente”. De allí que se asocie a las personalidades resistentes, o incluso a las edificaciones destinadas a la defensa militar llamados fortines, fuertes o, justamente, fortalezas.
Así, es común hablar de fortaleza de espíritu, fortaleza de carácter, fortaleza emocional y otros términos similares para describir a las personas resilientes, que se sobreponen a las dificultades o que demuestran mucho aguante.
Importancia de la fortaleza como metacompetencia:
La fortaleza, en el contexto laboral, abarca la capacidad de adaptación, resiliencia, gestión del estrés y confianza en uno mismo. Estas cualidades son cruciales en la superación de retos profesionales, la gestión efectiva de equipos y la garantía de un desempeño óptimo en cualquier entorno laboral.
En el contexto del liderazgo personal, la fortaleza implica la proactividad, la iniciativa y la coherencia entre lo que hacemos, pensamos y decimos.
Vivir con fortaleza significa tener entereza, lo que quiere decir, a su vez, mantener las ideas, juicios o decisiones a pesar del vendaval, si creemos que actuamos por los caminos de la paz y del bien; así como tener confianza en uno mismo para superar aquello que creíamos imposible. También confianza en los demás, sobre todo con aquellas personas cercanas con las que hemos establecido relaciones humanas esenciales e imperecederas.
Beneficios de desarrollar la fortaleza en el contexto laboral:
- Adaptabilidad a los cambios: Los profesionales con fortaleza tienen la capacidad de adaptarse rápidamente a entornos en constante cambio.
- Resiliencia y gestión del estrés: La fortaleza promueve la resiliencia y la capacidad de gestionar efectivamente el estrés laboral.
- Mejora del desempeño: Los individuos con fortaleza son más propensos a mantener un rendimiento sobresaliente, incluso en situaciones desafiantes.
- Fomento del liderazgo: La fortaleza es un pilar fundamental en el desarrollo de líderes capaces de guiar a sus equipos con decisión y confianza.
- Mayor colaboración y trabajo en equipo: Al comprender sus propias fortalezas y las de sus colegas, los empleados pueden colaborar de manera más efectiva. Se crean equipos sólidos donde cada miembro aporta su experiencia única.