En tal sentido, las organizaciones deberían tomar en cuenta aspectos como:
- IA orientada al negocio y cercana a las personas. Un agente de IA, aunque cuente con altas capacidades de autonomía, necesita estar alineado a los objetivos y procesos específicos de la empresa, y siempre debe considerar un marco de interacción con el capital humano. La IA debe estar centrada en el negocio y las personas, lo que implica un proceso de implementación no sólo basado en los criterios tecnológicos.
En el caso de la gobernanza de IA, tema que se ha vuelto un desafío importante para las organizaciones, es importante buscar el soporte de proveedores que tienen experiencia probada en el campo, con marcos de Governance ya aplicados en diversos sectores.
- La nube como puerta de entrada a la innovación. Frente al desafío de aprovechar nuevas tecnologías, la nube seguirá siendo un recurso valioso para adoptar innovaciones: las soluciones destacadas por las tendencias 2025 (como robots más avanzados, realidad virtual y aumentada, plataformas de sensores, Internet de las Cosas) se pueden habilitar desde un entorno Cloud.
Esta posibilidad será muy relevante para las empresas que aún tienen datos de alto potencial en sistemas heredados (Legacy); sin inversiones onerosas en infraestructura, estas firmas pueden llevar su data a las nuevas oportunidades que brinda la innovación. En este caso, el respaldo ideal debe provenir de proveedores que, además de expertos en nuevas tecnologías, tienen una sólida experiencia en la implementación de soluciones Cloud en distintas industrias.
- La ciberseguridad como misión permanente. Los agresores digitales aprovechan la innovación -como lo sugiere su interés por el cómputo cuántico. Ante este reto, la respuesta de las empresas no sólo debe incluir el uso de robustas herramientas de ciberseguridad; sus recursos de protección tienen que concretarse en una amplia estrategia de defensa, la cual debe abarcar labores de monitoreo y detección temprana de amenazas, gestión de riesgos e identidades digitales, políticas de seguridad integrales (personas, procesos, sistemas), cumplimiento legal, respaldo de centros de ciberseguridad, planes de contingencia y recuperación. 2025, en ese sentido, nos debe recordar que, en materia de ciberseguridad, las tecnologías y políticas necesitan estar dirigidas por una visión estratégica de largo alcance.
Desde la perspectiva de la innovación tecnológica, 2025 es un año que anuncia nuevas oportunidades para las organizaciones. Para que las oportunidades se conviertan en beneficios para el negocio, no debemos olvidar un principio que nos viene acompañando desde hace tiempo: en la transformación digital de una empresa, la visión estratégica -la forma en que aprovechamos la tecnología- siempre es el factor que marca la diferencia.
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Nota del editor: Raúl López es Director General de Indra Group en México desde septiembre de 2024; lidera el crecimiento estratégico de la compañía tanto en la oferta soluciones sostenibles y de alto impacto para la transformaicón digital de las empresas con Minsait como en sectores como defensa, tráfico aéreo y espacio con Indra. Es Ingeniero por la Universidad Politécnica de Madrid y cuenta con dos másteres del MIT. Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.
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