Publicidad
Publicidad

Pírrica

Nuestro gobierno se topó con otro que también tiene como ley suprema la de la selva, lo que les ha venido a recordar que el que a hierro mata, a hierro muere.
vie 07 febrero 2025 06:04 AM
Vuelos Campeche Refuerzos Frontera
Elementos de la Guardia Nacional y el Ejército son trasladados vía aérea y terrestre a ciudades fronterizas del norte del país, para reforzar la seguridad y hacer frente al tráfico de fentanilo.

Si entrar al aro es una victoria, entonces el resultado de la conversación del pasado lunes lo fue. Es claro que Trump tiene un plan bien diseñado, el cual operó magistralmente. No sólo no dio nada a cambio, sino que obtuvo otros 10,000 elementos para sellar la frontera, convirtiendo a nuestras fuerzas castrenses en policía migratoria, misión ajena a su vocación y compromiso con el país. Claramente no fueron entrenados para contener migrantes, ni están armados para esa tarea.

Publicidad

El cuantioso gasto que representa tener asentadas tropas de manera indefinida, en donde no hay los cuarteles que puedan albergar ese contingente, se suma a la enorme erogación que entraña la alimentación y demás avituallamiento operativo, el cual, no sólo no está presupuestado en los ramos correspondientes, sino que, además, escapa a los alcances de la emproblemada facción que se hizo del poder, haiga sido, como haiga sido. No, los cuarteles construidos en la pasada administración no tienen la disposición territorial y la capacidad financiera para albergar un muro fronterizo hecho de tropa.

Habrá, y de sobra, agotamiento, incomodidad, insuficiencias, desabasto y muchas otras penalidades que se impondrán a los trasladados intempestivamente. Las cuentas se acumularán, y cada día será más difícil pagarlas.

El control constitucional fue relajado y después abandonado, llevándonos al desorden presupuestal generalizado, causa eficiente del déficit. Hace más de seis años se atropella grotescamente la limitación que establece que no deben hacerse pagos no previstos en el presupuesto.

El Secretario de Hacienda hace lo que le dicen, y no lo que la ley le obliga a hacer, así, llegamos al super déficit presupuestal. Todo el gasto que, en una mañanera llamada, comprometió la Ejecutiva Federal, sólo se vino a sumar y engrosar ese déficit que, no tiene para cuando parar de crecer. Lastimosamente se veía a gente de escasos recursos y de menor instrucción, festejar y celebrar el “logro”, mercado a cambio de mantener el suspenso por unos días más. Compramos, y bien cara, la muerte chiquita.

Preocupa, y mucho, no tanto que se diga que lo ocurrido fue una victoria, sino que haya empresarios e industriales que se lo crean. La puesta en escena es para el grueso de la población que vivió en la zozobra durante el fin de semana temiendo, legítimamente, por su más elemental manutención. Los magnates del país, que por cierto sólo mandaron nuncios, mejor ni se presentaron, saben perfectamente que el acto sólo fue el inicio de una larga serie de imposiciones que no nos llevarán sino al temido escenario de ser agredidos comercialmente. Recuerda el evento, sin duda, a Churchill, cuando dijo a los ingleses que no cedieran ante un tirano, dado que, tarde o temprano, él llevaría a la realidad lo que tenía planeado. Les dijo, se le dio a escoger entre la deshonra y la guerra, escogieron lo primero, y ahora, tendrán las dos.

La mecánica empleada, así como la dinámica observada, dejan claro que Trump primero sangrara al contrario, antes de asestar el golpe que lo hará dueño de la situación. Felinamente disfruta su posición dominante, y verá qué tanto puede conseguir, sin tener que hacer que su población enfrente las inconveniencias de una guerra comercial. Más adelante, cuando haya agotado la credulidad o ingenuidad de los mandatarios vecinos, impondrá los aranceles, pero no lo hará estúpidamente, como lo presentan los ñoños funcionarios que han hecho análisis del tema en la matinal conferencia. Lo hará devastadora y selectivamente, para que el conflicto dure apenas unas semanas, antes de que depongan toda hostilidad los que antes fueran socios, y hoy, son víctimas.

Cuando la presa está acorralada por un imbatible depredador se le enfría todo, hasta la cabeza, posiblemente a eso se refirió el otrora líder empresarial. De forma que hay que reír y prodigar sonrisas, en poco tiempo no habrá motivo para hacerlo. Los últimos que serán sujetos a una deportación son los que hacen confortable la vida del estadunidense, no es por ahí. Los aranceles encontrarán excepciones y salvaguardas al acreditar que se trata de áreas a tutelar. El movimiento regulatorio no será quirúrgico, sino industrial, empezando por el petróleo y, tarde o temprano, llegará a la refinería del bienestar.

En materia de aranceles poca gente entiende que no es significativo, para Trump, el petróleo que exportamos, por el contrario, administrará ese tema con Canadá, sabiendo que es mercancía que no podemos dejar de exportar. Máxime, si en un momento sale para Deer Park, y al otro, regresa refinado para surtir la muy exigua reserva de combustibles que hay en nuestras ciudades, asunto que se magnifica ante el rotundo fracaso de Dos Bocas.

Es claro que la lista de bienes que motivarán imposición tarifaria se revisará cuidadosamente, teniendo en cuenta todas las confesiones hechas por nuestros lustrosos secretarios que no saben cuándo reservarse datos relevantes. La desesperación por mandar un mensaje tranquilizador les gana. El proceso que estamos por enfrentar es de desgaste, por lo que, quien tenga más posibilidad de soportarlo se levantará con el verdadero y efectivo triunfo, y no con una costosísima pausa, que no nos dio nada distinto a lo que ya tuviéramos el día anterior al fatídico fin de semana.

El anuncio tuvo un evidente propósito, dejar claro a propios y extraños que va en serio. De forma que los afectados más allá de nuestra frontera obtuvieron una tregua para diseñar la forma en la que saldrán menos dañados, sabiendo que habrá subsidios y subvenciones, pagados con cargo a lo cobrado por concepto de arancel.

Demostrando una ilimitada capacidad de arrastre, quienes se venden en distintos medios de comunicación como “expertos” en tratados comerciales, han venido desdorando su credibilidad, dado que pasa justo lo que dijeron no pasaría. Algunos creen que Trump se limita a un par de objetivos, siendo éstos el control migratorio y el del combate al fentanilo, pero pierden de vista que otro objetivo es lograr el pleno empleo, por lo que es claro que se impulsará un gradual desmantelamiento y traslado de facilidades industriales a su lugar de origen.

Muchos de éstos seudo expertos dicen que tenemos capacidad táctica para atacar distritos sensibles, olvidando que a Trump le tiene sin cuidado el próximo proceso electoral, va por todo, en un plazo breve. Más aun, refieren la sección 232 del Acta de Expansión Comercial, o el texto del agonizante T-MEC, pensando que más allá del Bravo persiguen el mantener lo que ya señalan ha sido un error, no por la buena negociación que hicieran los contrarios, sino porque la apertura comercial es incompatible con la compleja situación que viven.

Al igual que cualquier dignatario de la 4T, a Trump le tiene sin cuidado ser exquisito en lo legal, sabe que cualquier proceso judicial resultará inocuo, y que, aun con una sentencia adversa, ya se habrá conseguido el resultado deseado. Los efectos de las medidas que implantará son irreversibles. Nuestro gobierno se topó con otro, que también tiene como ley suprema la de la selva, lo que les ha venido a recordar que el a hierro mata, a hierro muere.

No es posible saber qué se dijo en esa conversación telefónica, pero lo cierto es que Washington buscaba sólo un sí, a enviar tropas a la frontera. Lo demás, se lo llevaría el viento. Pero, por si eso fuera poco, la habilidad de un verdadero negociador puso la vara tan alta, que ya desde hoy sabemos lo que pasará. La meta a evaluar, en menos de un mes, es inalcanzable.

El 1º de marzo se analizará si se ha “separado” a los países de tal forma, que la migración no es preocupación ya, así como si, en tal fecha, el fentanilo escasea o no perfila el seguir matando cientos de miles de consumidores. Véase el único tweet que cuenta. Así que, a diferencia del 3 de febrero, se podrá decir, fallaste, lo siento, no me dejas otra opción, pero las fichas estarán ya acomodadas y los empresarios de aquel país con los bolsillos llenos para aguantar lo que dure el conflicto. Preparadas también, estarán las negociaciones con proveedores mexicanos, a modo de que éstos absorban todo, o buena parte del arancel impuesto. Exportar no es optativo.

Hace mucho, pero mucho, en estas líneas se dijo que era urgente preparar un equipo negociador, ya que la revisión se adelantaría un año. Hoy, decimos que no es el peso el que acumula pérdidas, sino el Banco de México. Se sigue pensando que el espejismo se puede mantener indefinidamente, pero no es así. La mercancía más barata en México es el peso, mientras que, la más cara, es la pausa que dejó tranquilos a quienes oyen lo que anhelan, y no lo que deben. La economía ficción pasó de ser la ramplona chacota de un tabasqueño, para ser una devastadora realidad. Vivimos en una dramática fragilidad.

Publicidad

La pausa es producto de un diseño estratégico bien armado, así como de la enorme conveniencia de atender al Congreso de Estados Unidos, a corporaciones, agricultores y otros empresarios, que pidieron team back. Quien se quiera engañar, que pague las consecuencias de seguir viviendo en el irresponsable patrioterismo de quienes no tienen la capacidad de medir los alcances de su arrogancia, ineptitud y desmedida ambición de poder.

Uno de los datos a tener en cuenta, es el perfil de los negociadores estadounidenses, particularmente, valorando si es integrado por economistas. La desesperante improvisación de nuestro lado puede ser determinante de un pernicioso resultado. No todas las experiencias son buenas, ellas no se miden en años, ni en puestos, el arribismo aquí ha dominado por décadas. Hay quienes ya no hallan como colarse, pero no es momento de oportunistas.

Dejemos la candidez para quienes no tuvieron acceso a una instrucción técnica o profesional de calidad, ya no tengamos en mente sólo aranceles de importación, pensemos en qué podríamos hacer frente a un arancel de exportación a gas o gasolinas, sí, que haría nuestro gobierno para evitar capitular en un par de semanas en ese escenario.

____

Nota del editor: Gabriel Reyes es exprocurador fiscal de la Federación. Fue prosecretario de la Junta de Gobierno de Banxico y de la Comisión de Cambios, y miembro de las juntas de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores y de la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas. Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

Publicidad

Newsletter

Únete a nuestra comunidad. Te mandaremos una selección de nuestras historias.

Publicidad

Publicidad