Los ahora felices niños y niñas que tienen un móvil en sus manos con seguramente una conexión a internet desde casa o con “datos móviles” tienen en su poder una puerta de entrada al mundo digital donde seguramente pueden encontrarse con varios peligros. Nunca se sabe a ciencia cierta quién puede estar detrás del otro punto de conexión y/o dispositivo, por ello, les recomiendo que mantengan un monitoreo constante sin ser invasivos totalmente hacia las acciones de los menores y en especial con quien están teniendo comunicación.
Varios de los menores utilizan su móvil o tableta para jugar en línea, sin embargo, es menester tener en consideración que los juegos no son malos, pero sí pueden generar algunos temas relacionados al aislamiento, el cual puede compensarse con actividades deportivas, por ejemplo; pero el peor escenario es aquel mar lleno de depredadores de menores que utilizan a los juegos como gancho para trazar a sus víctimas, nada que una configuración de micrófono y contacto no puedan resolver en corto.
Parecieran peligros repetitivos relacionados al grooming, pero esto va mucho más allá. Varios medios han comenzado a abordar un secreto a voces en donde relacionan a los videojuegos (usualmente bélicos) como el anzuelo perfecto para comenzar a reclutar menores; no solo esto, redes de trata contactan para el tráfico de órganos y turismo sexual infantil post secuestros.
Ahora que los he hecho entrar en materia, vamos hacia otro escenario que se ha hecho muy presente en estas nuevas generaciones, el aislamiento y algunos de los temas derivados como la depresión, y no es que la tecnología sea mala, es que en varios hogares se ha convertido en la directriz para la crianza, permitiendo que los menores aprendan por sí mismos muchas veces sin supervisión y accediendo, consumiendo, emulando posteriormente contenidos que los dejarán con algunos temas a nivel psicológico por atender.
Muchas acciones se pueden prevenir siempre y cuando ustedes rompan el estereotipo reacio a la tecnología y se adentren un poco más, especialmente en temas de seguridad hacia los menores para poder canalizarlos correctamente, si no, ellos aprenderán por sí mismos y de sus pares. Aquí ya no será válido quejarse de esas consecuencias de conductas no deseadas en casa, pero no prevenidas ni atendidas en un primer momento.