El impuesto digital ha tenido un especial énfasis en México porque entrará en vigor el 1 de junio, sin embargo las pláticas en torno al pago de impuestos por parte de las tecnológicas tienen más tiempo en la agenda fiscal mundial, gracias al impulso que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha brindado al tema.
La última palabra en impuestos digitales la tendrá la OCDE
“Las legislaciones fiscales sobre la ganancia que tienen las empresas de tecnología es lo que entra a discusión dentro de OCDE. Si tus ganancias las tuviste en un país como México, pero tú estás ubicado en Holanda, el fisco holandés te pedirá esta retención, sin embargo México es quien va a exigir una recaudación a partir de este tipo de ganancia, ahí es donde se están poniendo de acuerdo”, precisó Carlos Orel Martínez, socio de Impuestos en la consultora PwC.
En cuanto a esta medida la OCDE tiene dos intenciones: crear un entorno de derechos y obligaciones fiscales justos, donde se defina cómo y de qué forma pagará una plataforma digital los impuestos que le generan las ganancias que tiene. La idea es que no se defina este factor por la residencia de la plataforma en sí, sino como un acuerdo donde se beneficien los países donde la empresa genere ganancias.
Dado que es un acuerdo de aplicación global, lo que finalmente establezca la OCDE tendrá un efecto en la regulación fiscal mexicana.
Recaudación extra
De acuerdo con la OCDE, la recaudación extra por gravar a las plataformas digitales sería de alrededor de 100,000 millones de dólares. En el caso de México se espera recaudar 40,000 millones de pesos, de acuerdo al Paquete Económico presentado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Algunos países incluso han decidido esperar la decisión de la OCDE para definir la retención de los impuestos a este tipo de compañías, tal es el caso de España, que decidió esperar a finales de 2020 para definir cómo aplicará las nuevas fiscalizaciones.
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“La reconfiguración de estos acuerdos se verán también modificados en las pláticas internacionales pues muchos de los servicios que a causa de COVID-19 se hicieron visibles podrían entrar dentro de estas reglas fiscales”, precisó Orel.
La plataforma de videollamadas, Zoom, es un ejemplo de estos sistemas que si bien antes de la contingencia sanitaria no eran tan notorios ahora han ganado relevancia masiva.
En México algunas plataformas ya informaron sobre la retención que aplicarán a partir del 1 de junio, como Netflix y Zoom, sin embargo la emergencia sanitaria podría generar que otras empresas que no estaban contempladas se integren a este tipo de impuestos.