Datos de Global Web Index indican que, a nivel global, los internautas en América Latina pasan en promedio tres horas conectados a redes sociales, y específicamente en México, 63% de los internautas declaran pasar ocho horas al día conectados a la red haciendo diferentes actividades, según datos de la Asociación Mexicana de Internet.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó que en la vida de una persona, aproximadamente entre seis y ocho horas estarán dedicadas a las redes sociales, y éstas métricas podrían aumentar a causa de la cuarentena.
Villavicencio confirmó que la presencia de síntomas, como ansiedad, han incrementado en la población por la alta saturación de actividades digitales, lo cual también puede traducirse en trastornos del sueño, como insomnio o hipersomnia, que implica períodos prolongados de sueño, además de una sensación de tener que estar en constante actividad por el sencillo acceso a información y a la oferta de actividades digitales, a través de los dispositivos con acceso a la red.
“Por el fácil acceso a internet y a equipos que nos dan posibilidades de hacer cosas digitales, muchas veces caemos en esta sensación de autoexigencia excesiva, de siempre sentir que debemos estar haciendo y produciendo. Esa sobredemanda de nosotros hacia nosotros, por no tener asimilados estos mensajes de ser productivos todo el tiempo, incluso en casa, pueden ser contraproducentes”, dijo.
Para el especialista estos comportamientos se han agudizado en personas jóvenes durante la cuarentena, sobre todo los económicamente activos y sin hacer distinción del género. Villavicencio explica que generalmente el impacto de las afecciones se miden por género; sin embargo, ahora están afectado a todos por igual.