Las líneas de trabajo que definió Huang, como las primeras en desarrollar, serán la vertical automotriz y la de salud, ésta última enfocando esfuerzos en el desarrollo de soluciones de telemedicina. Por su parte, Simon Segars, director ejecutivo de Arm, dijo en la misma llamada a medios que el futuro será definido por la Inteligencia Artificial y tener una presencia más fuerte en el mundo de semiconductores que puedan procesar esta tecnología será fundamental para hacer nuevos negocios.
Por su parte Huang dijo que la intención de la empresa es crecer las áreas donde Arm tenía mejor desarrollo de tecnología y mantener un impulso creciente en las áreas donde Nvidia ha dominado el mercado.
El desarrollo de IA podrá impactar en el desarrollo de vehículos autónomos, en la oferta de servicios de consumo y finanzas, así como en el desarrollo de herramientas de tráfico de ciudades o gubernamentales, por lo que la fusión de estas empresas marcaría un futuro donde habría pocos jugadores en el mercado que ofrezcan chipsets para el procesamiento de estas tecnologías.
"Queremos hacer crecer Arm y hacerlo aún mejor", dijo Huang. Para ello, Nvidia anunció que se contratarán nuevos ingenieros, se gastará más en investigación y se abrirá un nuevo centro en la sede de Arm, Cambridge, enfocado al desarrollo de IA.
Se espera que la adquisición de ARM fortalezca la posición de Nvidia en el mercado de semiconductores, en el que ocupa actualmente 19.3% del mercado, y esto lo coloca como el tercer proveedor de estos componentes solo por debajo de Intel y AMD, según datos de Statista.
Posterior a la compra, muchos medios británicos han informado de la posible búsqueda de garantías laborales para los cientos de trabajadores de Arm, pues aunque Huang no precisó la forma en cómo va a operar con los sindicatos británicos, muchos líderes están buscando que se garanticen los puestos de trabajo actuales, de acuerdo a un informe de The Guardian .