Un análisis hecho por Bloomberg sugiere que el manejo de Cook ante este tipo de desafíos ha sido contraatacar con el tema de privacidad como su arma, y aunque se espera que se mantengan las pláticas en torno a la regulación de las big techs, y la demanda de más trabajo de manufactura dentro de Estados Unidos, la llegada de Joe Biden podría generar una relación más cercana.
Y aunque uno de los grandes aliados de Apple, Foxconn, sigue construyendo fábricas en China, el manejo logístico que se ha tenido en la empresa de tecnología, aún con la pandemia, no le ha impedido generar ingresos. Además de que mantiene una producción de Macs en Estados Unidos, lo que en términos de diplomacia política le ha dado puntos a Cook.
El poder de Apple sobre los proveedores creció después del lanzamiento del iPhone, que fabricó Foxconn y que vendió cuatro millones de unidades en sus primeros 200 días.
La dependencia con China
Para 2009, dijo un gerente de suministros de iPhone a Bloomberg: “Apple adoptó cada vez más un enfoque de fuerza bruta para tratar con proveedores en Asia y simplemente comenzó golpear a sus proveedores a la hora de las negociaciones de tiempos de entrega”, dice el medio de noticias.
Además Cook adoptó una postura más ‘cercana’ con Trump. Trump le dijo al Wall Street Journal a mediados de 2017 que Cook prometió personalmente construir "tres plantas grandes, plantas hermosas" en los Estados Unidos, noticia que Apple no corrigió en su momento y sólo unos meses después inauguró formalmente la fábrica de Austin.
En esta planta, Apple tuvo la intención de empezar a construir sus icónicos iPhone, sin embargo tuvieron problemas para establecer una buena línea de suministro para este fin. Según un ex trabajador de la cadena de suministro de Apple, era necesario importar grandes cantidades de ciertos componentes de Asia, lo que provocó un efecto dominó de retrasos y costos. Si llegaba un envío con piezas defectuosas, por ejemplo, la fábrica de Texas tenía que esperar la próxima entrega de carga aérea; en las fábricas de Shenzhen, los reemplazos de suministro estaban a poca distancia en automóvil.
Ante este problema, Apple prefirió enfocar sus esfuerzos en la fabricación de otros equipos, como Mac, además de que la planta sirvió como una fuente de exención de aranceles, por parte del gobierno estadounidense, lo que ayudó a la empresa de tecnología a disminuir costos de producción.
La estrategia de Cook durante los últimos años tampoco se vio opacada por el cierre de fábricas que tuvo a causa de COVID-19, pues si bien se suspendieron los vuelos comerciales dentro y fuera de China, Apple contrató jets privados para llevar a cientos de empleados al país para supervisar la producción y las pruebas de los equipos, lo que garantiza que los nuevos modelos llegarán antes de la crítica temporada navideña, según una persona familiarizada con la logística de Apple, a Bloomberg.
Un gerente de operaciones de Apple desde hace mucho tiempo también señaló a Bloomberg que Foxconn aún podía producir las primeras versiones del iPhone 2020, incluso en el apogeo de la pandemia. “No hay forma de que puedas simplemente alejarte de China, especialmente con los volúmenes de Apple”, dice esta persona.