Microsoft quiere marcar diferencia en el territorio de los videojuegos de PC a partir de una relación en donde los desarrolladores de títulos obtengan más ganancias por su trabajo. Es por ello que a partir del 1 de agosto, la empresa reducirá su comisión del 30% a sólo el 12% por cada compra realizada en la Microsoft Store.
El movimiento está orientado en dos direcciones: por una parte, busca atraer a los desarrolladores y estudios para que haya una mayor oferta de títulos en su tienda y, por el otro, quiere convertirse en un competidor más relevante para Steam, el cual tiene el control del mercado en la actualidad.
De acuerdo con Matt Booty, director de Xbox Game Studios, “un reparto de ingresos claro y sin ataduras significa que los desarrolladores pueden llevar más títulos a más jugadores y lograr un mayor éxito comercial” en sus plataformas.