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Reseña: Metroid Dread, el regreso de Samus Aran está lleno de tensión

Después de 19 años llega la nueva entrega de la franquicia e intenta explotar los aciertos de sus antecesores. Aquí te decimos si lo logra.
vie 15 octubre 2021 06:00 AM
Reseña: metroid dread
Este título se pone a la par de sus antecesores y no queda a deben incluso a los más fánaticos de la serie.

Metroid Dread, el nuevo título de la saga, llegó a Nintendo Switch con una apuesta en apariencia sencilla, pero difícil de cumplir: retomar las características que a sus antecesores hicieron memorables para explotarlas aún más y entregar una experiencia de juego fluida, retadora y estresante en algunos momentos.

Este título marca el quinto episodio para la historia en dos dimensiones de Samus Aran. Fue desarrollado por la empresa española Mercury Steam, responsable del remake de Metroid: Samus Returns, un título que les sirvió de experiencia para aprender a aprovechar los recursos narrativos y jugables de esta franquicia.

¿Qué historia nos cuenta Metroid Dread?

Para comprender los sucesos de esta nueva entrega no hace falta jugar los cuatro juegos anteriores, pues desde el inicio se presenta un resumen de la saga que pone en contexto a cualquier tipo de jugador. Este punto, además, es acompañado por animaciones de alta calidad que harán recordar referencias o pasajes a los más experimentados en la saga.

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En Dread, la caza recompensa intergaláctica es enviada al planeta ZDR a investigar el parásito X, un virus que apareció por primera vez en Metroid Fusion. Sin embargo, al llegar a este lugar, es recibida por un guerrero que la despoja de todas sus armas y la deja varada en las profundidades del planeta.

Es así como comienza su aventura, la cual propone una construcción totalmente paralela a los juegos anteriores, pues en esta ocasión Samus debe encontrar el camino de regreso a su nave para escapar del planeta mientras que en las entregas clásicas el objetivo era adentrarse en el sitio y descubrir sus secretos.

Durante el camino, el jugador podrá explorar y perderse en el lugar para ir encontrando mejoras para su traje. Además, se topará con los E.M.M.I, unos robots enviados por la Federación Galáctica que fueron manipulados y los cuales quieren acabar con Samus.

Si bien estos personajes no tienen una personalidad, son importantes para el juego, pues al derrotarlos (lo cual puede ser muy complicado), la protagonista recibirá poderes necesarios para avanzar a través de los diferentes escenarios, así como para encontrar más y mejores armas o para regresar y explorar nuevas zonas del mapa.

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En términos de narrativa, el jugador encontrará nuevos elementos que le ayudarán a entender qué hace Samus en ZDR, así como el objetivo de sus enemigos, sin embargo, la poca participación de la cazarrecompensas como un elemento activo en la historia resta puntos a la experiencia.

Tras una espera de 19 años por un juego en 2D que completara el arco principal de Metroid, podría esperarse que Mercury Steam diera más detalles sobre la protagonista, tal y como sucedió en Metroid Other M, donde se exploraron motivaciones y sentimientos de Samus.

No obstante, en este título no se profundiza en la psicología del personaje principal y este sólo es una herramienta para terminar con la historia general. La valentía de la mujer se hace totalmente explícita, pero esa característica ya se conocía desde el primer Metroid de 1986. Aunque también he de mencionar que en las otras entregas este punto tampoco se explora y en Dread sólo se continúa con esa tendencia.

Los aspectos que Metroid Dread retoma de sus antecesores

La influencia de esta franquicia ha inspirado a otras grandes sagas de los videojuegos como Hollow Knight u Ori, sin embargo, Dread no pretende competir con esos títulos. Más bien busca expandir y renovar su universo a partir de recuperar aspectos de los juegos anteriores.

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Por ejemplo, la primera mejora que Samus obtiene en todos los juegos es la capacidad de hacerse esfera, sin embargo, en este título eso no sucede hasta varias horas después de jugar. Más bien, la mecánica es sustituida por una barrida que le da un dinamismo sin precedentes a los primeros instantes de la experiencia.

Los dos juegos de los cuales toma mayor inspiración son Metroid Samus Returns (2017) y Metroid Fusion (2002). Del primero mejoró los escenarios, pues en la más reciente entrega la calidad visual del entorno con el cual Samus no interactúa es muy buena. Permiten crear una atmósfera sobre el planeta ZDR e incluso hay momentos en que advierten al jugador sobre los peligros que puede encontrar al avanzar.

Asimismo, aprovecha la incorporación de estaciones para ayudar al jugador en su aventura, como recuperar municiones, vida o poderse transportar entre zonas con mayor rapidez. En este caso, la potencia de Switch, a comparación de 3DS, le permite movimientos más fluidos y veloces, así como batallas con jefes y escenas cinemáticas que satisfacen hasta al jugador más experimentado.

De Metroid Fusion retoma elementos de terror y persecución que se implementaron con el clon SA-X, pero ahora a través de los E.M.I.I., pues estos robots se encuentran en zonas delimitadas de donde debes huir. Si te atrapan, la muerte es casi segura y, por lo tanto, el nivel de estrés aumenta durante estos pasajes.

Además, mantiene la linealidad para narrar la historia; sin embargo, este título permite una mayor exploración e incluso el usuario se puede perder un rato buscando nuevas mejoras como en Super Metroid (1994) y retomar el camino gracias a guías visuales que suelen hallarse en el fondo para los observadores.

Si bien el diseño de los niveles recuerda a lo que esta saga tiene acostumbrados a los fanáticos, es importante mencionar que hay algunos fallos para la exploración, pues hay zonas vacías que esconden secretos, pero donde no se muestra ninguna pista para hallar los nuevos caminos y sólo los más experimentados sospecharán que hay algo escondido.

A pesar de ello, cuando el objetivo del jugador es encontrar las mejoras de equipamiento, el juego se puede tornar un poco adictivo y más divertido, además de que en esos momentos se muestra la esencia de Metroid en todo su esplendor.

En conclusión, Metroid Dread cumple como un título de la franquicia e incluso se pone a la par de Super Metroid en cuanto a la experiencia que otorga. Aunque no pretende llegar a reclamar un lugar como el mejor juego del género, sí se ubica entre los más destacados del catálogo de Nintendo Switch y es un digno regreso de Samus Aran.

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