Platzi tiene un objetivo claro: ser una empresa global. De acuerdo con Freddy Vega, CEO de la compañía, esta meta está más cerca, pues la empresa levantó una ronda de inversión Serie B por 60 millones de dólares.
“Desde el primer día, aunque tuviéramos 20 o 30 estudiantes, nuestro propósito era tener un alcance global y sabíamos que la tecnología lo permitía”, comenta Vega, quien ha sabido aprovechar las herramientas virtuales para alcanzar a más gente con sus cursos e influir en las comunidades de las personas que los toman.
Sin embargo, también es consciente de que su plataforma tenía una limitante: el idioma, pues crean contenido para hispanohablantes que si bien es enorme, no cumple con sus expectativas de tener un impacto a nivel mundial.