El desarrollo de la Inteligencia Artificial requiere de hilares éticos para detener las desigualdades que la tecnología podría magnificar, dijo Gabriela Ramos, directora general adjunta de Ciencias Sociales y Humanas de la UNESCO, especialmente en temas de género, etnia y justicia social.
Durante una mesa de diálogo sobre la Recomendación sobre la ética de la IA, aprobada en noviembre por los 193 Estados miembros de la UNESCO, Ramos refirió que el avance de la tecnología debe servir a los derechos humanos, la justicia, la inclusión y el medio ambiente.
“El desarrollo tecnológico no puede ser sólo enfocado a la tecnología y unidimensional. Necesita de una visión humanista (...) si sólo capacitamos a manejar los datos desde una perspectiva mecanicista, caemos al mismo lugar en que nos encontramos”, dijo Ramos, quien resaltó que al mantener esa idea se dañan las democracias.
Incluso destacó el hecho de que la Recomendación no fue realizada únicamente por especialistas en tecnología, sino que también participaron filósofos, antropólogos, historiadores, psicólogos y economistas, lo cual demuestra el enfoque multidisciplinario en que se debe abordar la tecnología.