No obstante, en estos años han tenido que modificar su estrategia, pues con narrativas tan nuevas, les es complicado entrenar a sus sistemas de inteligencia artificial o contar con expertos que les ayuden a aminorar el problema de la desinformación inmediata.
Entre las acciones que han ejecutado al respecto se encuentra aprovechar una combinación más específica de clasificadores, palabras clave en decenas de idiomas e información de analistas regionales para detectar las narrativas que YouTube no capta por sí mismo.
“Cuanto más novedosa sea la desinformación, menos ejemplos tenemos para entrenar nuestros sistemas (...) Con el tiempo, esto nos permitirá identificar esos discursos virales de desinformación más rápido y con mayor precisión”, destaca Mohan.
En el caso de eventos noticiosos como desastres naturales, donde las fuentes verificadas pueden tardar en crear contenido, la empresa destaca que han desarrollado paneles de noticias para enviar a los espectadores a artículos en texto en donde puedan informarse.