¿Qué nos gustó?
En comparación con la generación anterior, los últimos auriculares de Samsung son bastante similares, pero se nota que escucharon y leyeron las reseñas de varios medios, donde enfocaban sus esfuerzos en mejorar su ergonomía, por lo que son más cómodos que la familia anterior.
Su nueva forma y contorno se adapta mucho mejor al oído. No puedo decir que estos sean los auriculares más cómodos del mercado, pero puedo usarlos durante un par de horas antes de sentir una molestia real.
Además, la sensación de vacío que tenían los auriculares de la generación anterior ya no existe, lo que brinda varios puntos para este nuevo equipo. También me gustaron los nuevos colores y que la capacidad de la batería, en conjunto con el software de los buds, han mejorado su rendimiento.
El estuche es bastante práctico y tiene una entrada USB-C para cargarlos, lo que permite que con un solo cable se puedan cargar tanto los audífonos, como un smartphone de la serie Galaxy.
¿Qué no nos gustó?
Una de las quejas que existe en equipos como los AirPods es lo cerrado que es su ecosistema, algo que presume Samsung tener y que logra, pero parcialmente. Justamente una de mis quejas fue lo difícil que fue lograr conectar este par de audífonos con la MacBook Air que uso para trabajar, pero también en la experiencia que tuve en el Motorola Edge 30, pues fue notablemente mejor el uso que tuve con Galaxy.
Esto significa que si eres un usuario de otra marca tendrás ciertos problemas para emparejarlos, pero sobre todo para configurarlos, así que más bien sugiero que quienes deseen renovar sus Galaxy Buds Pro, tendrán una grata sorpresa, pero sólo si tienes un equipo de la marca.