Los seguidores de Pokémon tuvieron un 2022 muy nutrido. En este año recibieron tres juegos que llegaron a modificar la fórmula de una franquicia de 25 años que si bien destaca en muchos aspectos jugables, es bastante débil en otros aspectos técnicos y que sin duda afectan la experiencia.
La última entrega de la saga son Escarlata y Púrpura, dos juegos que se desarrollan en la región de Paldea y donde la historia ya no es lineal, sino de mundo abierto. En este mundo, el protagonista inicia la aventura al entrar a la Academia Uva o Naranja y se encuentra con una criatura legendaria que le ayudará en su viaje y completar la Búsqueda del Tesoro.
Es claro que Pokémon nunca se ha caracterizado por tener una historia profunda a diferencia de otros títulos del género RPG (salvo Pokémon Blanco y Negro) y en este juego se mantiene esa tendencia, aunque el usuario puede tomar tres caminos que se encuentran en un mismo final.