Elon Musk suele tener enemigos en la industria tecnológica. Un día es Bill Gates, otro Mark Zuckerberg y hace poco se integró uno a la lista de empresarios rivales del dueño de Tesla: Sam Altman, fundador y CEO de la compañía de Inteligencia Artificial, OpenAI.
Nace OpenAI
En 2015 se fundó OpenAI gracias al respaldo de empresarios tecnológicos como Elon Musk, quien se sintió atraído por las promesas de la empresa en términos de IA. Sin embargo, el dueño de Tesla salió del proyecto pues creía que la empresa tenía relación con otras grandes tecnológicas.
Según información del medio de Estados Unidos, Semafor, en 2018 Musk propuso tomar el control de OpenAI, pero la oferta no fue aceptada y el multimillonario decidió romper las relaciones con Altman y OpenAI el 20 de febrero de ese año. La ruptura, además de alejar a Musk del negocio de la IA, también significó el inicio de un conflicto.
De esa forma, Musk renunció a la junta directiva bajo el argumento de un conflicto de intereses, pues Tesla desarrollaba su propio sistema de IA para la conducción autónoma de sus vehículos y podrían robarse talento la una a la otra, algo que, de hecho, sí sucedió.