La industria de los semiconductores es uno de los sectores clave para el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum. De acuerdo con el Plan México, la meta para 2030 es duplicar la proveeduría local en fabricación de chips, así como alcanzar los 10,000 millones de dólares en inversión y el norte del país es una zona primordial para llegar a estos objetivos.
En un inicio, el Plan México considera la zona fronteriza del norte y el noroeste del país como dos de los principales polígonos industriales de mayor impacto para el sector y la decisión no es casualidad, ya que se trata de una de las regiones más desarrolladas en términos de infraestructura para chips.
Si bien en el documento se resalta que los polígonos no son limitativos y podrían considerarse más zonas, la realidad es que el norte del país ya tiene presencia de múltiples empresas enfocadas en el segmento de los semiconductores discretos y los circuitos integrados electrónicos, conocido en su conjunto como SC-Core.