Cómo entrenar, comer y dormir como un campeón olímpico

Un descenso olímpico no dura más de dos minutos, pero lleva toda una vida de preparación.

Un ejemplo paradigmático es Lindsey Vonn. A sus 33 años y con un cuerpo que se ha recuperado de una lesión grave en tres ocasiones, la campeona olímpica de 2010 en esquí alpino en la modalidad de descenso no deja nada al azar para sus cuartos juegos invernales en PyeongChang, Corea del Sur, en febrero.

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"Hemos analizado la preparación desde todos los ángulos", dijo Vonn durante un evento organizado por su patrocinador Under Armour en la estación de esquí canadiense de Lake Louise a fines de 2017.

Con el fin de lograr que la poseedora del récord femenino en la Copa Mundial esté en plena forma para los que quizás sean sus últimos juegos olímpicos, su equipo se está enfocando en afinar sus patrones de entrenamiento, alimentación y sueño.

Entrenamiento en tierra

Una parte clave de la preparación de Vonn se lleva a cabo lejos de las pistas de nieve. Durante los meses de verano, la deportista estadounidense se levanta al amanecer para entrenar durante un máximo de seis horas al día, cinco o seis días a la semana, en el gimnasio con su entrenador privado de tiempo completo Alex Bunt.

"El período de preparación es vital", dijo Bunt en Lake Louise. "La da confianza a Lindsey para salir a competir sabiendo que está preparada y sabiendo que puede llegar al límite".

Bunt, que estudió fisiología del ejercicio en la Universidad de Utah y también es consultor de alto rendimiento para el otro patrocinador de Vonn, Red Bull, dijo que la "piedra angular" de su programa de entrenamiento se desarrolla en torno a la recopilación y el análisis de datos.

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"Hacemos un seguimiento de todo, de cada pesa que levanta, cada repetición que hace", dijo Bunt, que lleva tres años trabajando con Vonn.

"Monitoreamos su tiempo en la pista, las veces que corre, qué tan lejos corre, cómo se siente cada día. El objetivo es tratar de cuantificar todo el deporte y ver dónde podemos mejorar".

Entrenamiento en bicicleta

Con una agotadora temporada de competiciones de esquí que se extiende desde noviembre hasta marzo, durante la cual los esquiadores compiten en tres continentes diferentes, el programa de Bunt busca lograr que Vonn alcance su máximo nivel de condición física para fines de octubre.

A lo largo de la temporada "tratamos de mantener ese nivel de condición física", explicó Bunt, agregando que a menudo consulta su acervo de datos para ver qué sesiones son necesarias para trabajar en un componente fisiológico específico.

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Aunque la fuerza es importante para los corredores de esquí (Vonn puede hacer sentadillas con 100 kilos) su trabajo en la bicicleta de spinning, que entrena los músculos cuádriceps tan importantes para esquiar, es lo que la distingue del resto.

"Ella está extremadamente en forma con la bicicleta", dijo Bunt, quien monitorea el ritmo cardíaco de Vonn, la cantidad de vatios producidos y los niveles de lactato durante las sesiones de spinning para asegurarse de que esté trabajando con la intensidad correcta.

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"Su bicicleta y su forma cardiovascular son increíbles", dijo Bunt. "Eso es lo que le permite esquiar la cantidad de carreras que hace, el número de días consecutivos esquiando. Simplemente le da la condición para competir durante cinco meses en la pista".

Comida

Aunque la mayoría de los atletas comerán en el restaurante de la Villa Olímpica, Under Armour contrató al australiano Dan Churchill como chef personal de Vonn en Corea del Sur.

"Es muy importante que el cuerpo de Lindsey esté acostumbrado a lo que ya consume para que pueda absorberlo", dijo Churchill en Lake Louise, agregando en broma que Vonn le había dicho "con firmeza" que no cocinara nada con aceitunas, anchoas u ostras.

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"Con mis viajes, sé comprar bien en el sudeste asiático, así que me aseguraré de que la comida que reciba tenga un estándar muy alto y esté más occidentalizada", dijo Churchill, exconcursante de MasterChef Australia que tiene una maestría en ciencias del ejercicio.

"Toda mi comida está libre de cosas refinadas, por lo que no hay azúcar añadida, ni gluten ni alimentos procesados", dijo Churchill.

"Mi responsabilidad es asegurarme de que reciba los nutrientes adecuados, pero también darle la oportunidad de relajarse y disfrutar de un momento para ella o con sus amigos y familiares si también comparte con ellos".

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Como ocurre con la mayoría de los deportistas, la comida para Vonn es "siempre un momento feliz", dijo la esquiadora.

Descanso

Después de haber superado tres lesiones que podrían haber terminado con su carrera y de estar en el circuito desde los 17 años, darle a su cuerpo suficiente descanso para recuperarse es clave.

"Me encanta dormir", dijo Vonn. "Duermo mucho, tomo siestas todos los días y trato de dormir al menos 10 horas por la noche. Mientras más duermo, mejor me recupero. A mi edad, me lleva más tiempo recuperarme, así que dormir lo más que pueda es beneficioso".

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Con los años, Vonn ha aprendido qué funciona y qué no cuando trata de prepararse para los grandes eventos y ahora está cosechando los beneficios.

En estos días ha duplicado su tiempo de calentamiento antes de hacer ejercicios o trabajar en pista, con un mayor énfasis en la fuerza y la estabilidad.

"Cuando eres más joven, sales y esquías, esquías, esquías", dijo. "Está lloviendo y esquías. Está nevando y esquías. Y ahora soy una veterana y quiero pensar que entreno de un modo más inteligente".

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¿Qué hay en el menú para un atleta olímpico?

Desayuno:

• Huevo pasado por agua y batata

Refrigerios entre entrenamientos:

• Humus de ajo asado con chips de legumbres de raíz
• Crema de cacahuate, mermelada de chia con sésamo
• Tacos de pescado

Comida:

• Filete de res con quinoa y coliflor, puré de frijol blanco y chips de col rizada
• Pescado blanco y verduras salteadas con miso y pilaf de quinoa y coliflor
• Setas en miso de verduras y pilaf de quinoa y coliflor

Guarnición:

• Coles de Bruselas agridulces
• Tabla de zanahoria y betabel con pecanas tostadas, arroz inflado, requesón de cabra

Postre:

• Helado de plátano y nueces con salsa de arándanos y miga de proteínas