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Inspírate en Marie Kondo y pon orden a tu vida digital

Tu celular, computadora y correo electrónico son los nuevos objetivos de Kondo.
vie 01 febrero 2019 04:11 PM
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Marie Kondo. En estos consejos también aplican algunos consejos de los que da en su serie de Netflix.

SETH FIEGERMAN

NUEVA YORK - En la mañana de un sábado, mientras mi esposa y mi bebé dormían en sus habitaciones, abrí mi laptop, hice clic en "seleccionar todo" y observé con alarma el total.

Sabía que iba a ser malo, pero no pensé que esto significaría que tendría 27,897 archivos en mi computadora. Casi de inmediato mi motivación para poner mi vida digital en orden se debilitó, pero entonces escuché la voz de Marie Kondo en mi cabeza… o más bien en mi bandeja de entrada.

"El peor error al arreglar la vida digital es enfocarse en todo lo que hay que tirar”, me escribió Kondo en un correo electrónico esa semana, a través de un traductor, a través de un publicista, con la ingenua idea de que una estrella de Netflix pudiera ayudar a un nuevo padre para evitar ser enterrado con vida debajo de todo su desorden digital. El enfoque debería ser en “qué tiene valor para ti y qué quieres mantener en tu vida”, me dijo.

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Con ese consejo lleno de calma, regresé a ordenar mi vida digital.

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Como muchas otras personas que buscan recuperar el control de sus vidas al ver como lo hacen otros individuos en la televisión, mi esposa y yo hicimos un maratón del nuevo show de Kondo en Netflix Tidying Up (A Ordenar) . En cada uno de los capítulos Kondo, una autora de bestsellers y experta en organizar, ayuda a las familias a deshacerse de lo que les sobra.

Ropa y libros se colocan en grandes pilas. Papeles y objetos personales se colocan en mesas y en los pisos de las cocheras. Los dueños se preguntan sobre qué hace cada objeto y si trae o no alegría a sus vidas. Aquellos que sí traen alegría se organizan y se colocan de manera mucho más pensada en el hogar, aquellos que no, se les dice gracias y se les destierra.

Con esta simple actividad, se le quita peso a la vida. Los esposos pelean menos. Una madre ve cómo sus hijos se responsabilizan por sus cosas. Una viuda es capaz de seguir con su vida. Los pisos, las paredes y los cajones de una cocina pueden respirar en paz.

Pero solo después de revisar la ropa que teníamos, la acomodamos en un montón de más de un metro en la cama y llevamos lo que no queríamos a la caridad me di cuenta que este desorden no era mi principal motivo de estrés.

El desorden que más me pesa es el que está en línea, en mi bolsillo y en mi mente cada hora, de cada día.

Lee: Las ventajas psicológicas de aprender a ordenar como Marie Kondo

Mi cuenta personal de correo tiene entre cinco y 500 mails sin leer en cualquier día. Mi cuenta del trabajo tiene 1,908 correos sin leer al momento de redactar esta nota –y otros 17,921 en una carpeta que Outlook ya ha separado como “desorden”. Tengo un iPhone con 134 videos y 5,336 fotos, suficientes mensajes de texto para tomar 8.2GB de mi teléfono, una cuenta de Twitter con 22,400 tuits. Además tengo esta computadora, con sus miles de archivos, acumulados durante seis años. El total de mi desorden digital es tan extraordinario como común. En internet todos somos acumuladores.

Para evitar sentirme abrumado por mi primera tarea: organizar mi laptop, Kondo me recomendó hacer dos carpetas, una de “documentos importantes” y otra de “me trae alegría” para todo lo que lo hiciera.

"¡Luego borra todo lo demás!, no te quedes con komono solo por que si”, dijo en el correo, utilizando un término japonés para referirse a objetos diversos. Kondo suele respaldar lo que le importa –casi siempre sus fotos favoritas– a discos externos, los cuales luego organiza por “fecha y cliente”. Nada se queda en su computadora. “Si no has abierto un documento en tres años, y al leer el título no te da alegría, entonces déjalo ir con agradecimiento”.

Marie Kondo
Marie Kondo. El personaje de uno de los contenidos de Netflix más nuevos y más populares.

En su serie, los momentos que “traen alegría” pueden ser duros. Los miembros de las familias tocan, huelen y prácticamente inhalan las posesiones que han olvidado para tratar de sentir alguna emoción. Pero yo me pregunto si esto también se puede aplicar a los bits y bytes detrás de una pantalla. ¿Un archivo en PDF puede traer alegría? ¿Un tuit de verdad genera algo más que escándalo?

"Algunos correos y textos pueden generar alegría, piensa en un mensaje de alguien querido que te ha hecho reír o sonreír”, dice Kondo. “Sin embargo, creo que el impacto de alegría que pueden generar es probablemente menor que el que ocasionan los objetos físicos”.

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Revisé itinerarios de viaje antiguos, archivos de instalación, cartas inconclusas. Las fotografías duplicadas y triplicadas fueron borradas. Los documentos sobre impuestos y las notas sobre entrevistas fueron colocadas en la carpeta de lo importante. Una foto que había olvidado de mi mamá sonriendo mientras estaba en un sofá –en sus últimos meses–, fue puesta en el folder de alegría.

Después de lo que se sintió como una hora, pero que seguro fueron 20 minutos, me detuve a revisar mi progreso. Había borrado tan solo 350 archivos y había movido como una docena de ellos a las dos carpetas. Unos 27,000 archivos todavía se interponían entre mí y la promesa de la felicidad de Kondo.

Mientras contemplaba los siguientes pasos, apareció una notificación en la pantalla de mi computadora portátil: Mi cuenta de Dropbox estaba casi llena. Mi resolución se debilitó de nuevo.

Poner orden a la vida digital puede ser más difícil que ordenar la casa. Hay al menos cierta certeza de que si busca con suficiente tiempo en los armarios, cajones y cojines del sofá, podremos encontrar y analizar todo el desorden. Pero el inventario del desorden digital no tiene límite.

Por ejemplo, en el caso de las fotos, además de las cientos de imágenes en mi laptop, también tengo algunas en discos externos, en computadoras viejas, en mi iPhone, en Google Photos, Facebook y Twitter, Dropbox, Flickr, en sitios de WordPress, Webshots (RIP) y en un montón de USB que he olvidado con el tiempo.

Hay más en juego aquí que simplemente lograr un cierto umbral de limpieza. Si no se atienden, estas cuentas antiguas, los datos pueden ser robados. Solo hay que ver los robos masivos de información que afectaron a Yahoo y MySpace, años después de que dejaron de ser relevantes.

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También está el problema de acumular rápidamente. Lo más probable es que no traiga cientos o miles de artículos nuevos a su hogar cada semana; si lo hace, deje de leer esto y busque ayuda, pero es muy posible que sus reservas de desorden digital se extiendan tanto o más. Los correos electrónico de trabajo que no he leído solo han aumentado en varios cientos desde que comencé a escribir esta historia.

Kondo intenta enfrentar el problema de los correos electrónicos en su propia vida organizando nuevos mensajes en dos categorías: guardar y sin procesar. Lo último, que incluye cualquier correo electrónico que quiera leer y responder, queda en su bandeja de entrada. "Cuando me doy cuenta de que tengo mucho en mi bandeja de entrada, trato de hacer tiempo para procesarlas todas a la vez", dice.

Sus hábitos sobre su smartphone son todavía más impresionantes. “Hago una limpieza digital de mi iPhone una vez a la semana”, dice.

Suena como un sueño. Una fábula de un mundo digital diferente que puede ser domesticado. Pensé en cerrar mi laptop y dejar que los archivos se multiplicaran a voluntad. Entonces recordé la foto de mi madre, recién descubierta debajo del desorden y segura escondida en una nueva carpeta. Así que seguí adelante.

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