El Banco Central Europeo (BCE) rebajó este jueves por primera vez desde marzo de 2016 su tasa de depósito y anunció que reanudará su programa de compra de deuda, instrumento de estímulo monetario muy esperado por los mercados para hacer frente al freno de la economía en la zona euro.
La noticia provocó una rápida reacción del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien lamentó en un tuit que la Reserva Federal no baje las tasas de interés tan rápidamente como el BCE.
La tasa de depósitos, que remunera el dinero que depositan los bancos en la institución, pasó así de -0.40% a -0.50%. Además, el BCE mantuvo sin cambios su tasa de interés principal (0%) y la tasa de facilidad de préstamo (0.25%).
La principal medida es la reactivación del programa de compra de deuda pública y privada a partir del 1 de noviembre, con compras de 20,000 millones de euros mensuales, financiadas con la creación de moneda.
La rebaja de la tasa de depósitos, que ya era negativa, tiene el objetivo de disuadir a los bancos para que no dejen sus excedentes de tesorería en el BCE y alentarlos a prestar dinero a las familias y a las empresas.
Sobre las expectativas de inflación, el banco estima un recorte para los próximos tres años y sus proyecciones de crecimiento para 2019 y 2020, dando una justificación clave para un nuevo paquete de estímulo monetario.
El presidente del BCE, Mario Draghi, dijo en una conferencia de prensa que los riesgos para la economía de la zona del euro siguen presentes debido a la incertidumbre geopolítica, la creciente amenaza del proteccionismo y vulnerabilidades en mercados emergentes.
Con una guerra comercial global que pesa sobre la confianza, la producción industrial y las exportaciones ya se han visto golpeadas, afectadas por una serie de dificultades internas, desde la lucha de la industria alemana hasta la desaceleración en el crecimiento del empleo y una caída de la confianza.
Con información de AFP y Reuters
