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¿Quieres abrir una filial en China? El Tec de Monterrey y el gobierno te ayudan

El Innovation HUB Tec-China apoya a los emprendedores de México y América Latina a conectar con inversionistas, ya sea para comercializar productos o desarrollar tecnología.
vie 05 julio 2019 05:00 AM
china mexico
El programa cuenta con un espacio de softlanding para que las start-ups seleccionadas puedan estar ahí por tres o seis meses.

Las start-ups mexicanas Global Nano Additives, InstaPAP y Alice & Aknee tienen algo que los chinos buscan: productos innovadores, como nanolubricantes, dispositivos médicos de bajo costo y exoesqueletos para la rehabilitación. Sus fundadores están en un proceso de softlanding en ese país para levantar inversión y abrir sus filiales.

Lo están haciendo de la mano de Innovation HUB Tec-China (IHTC), centro de investigación, desarrollo tecnológico y emprendimiento de alto impacto que el Tecnológico de Monterrey opera en Hangzhou, en la provincia de Zhejiang, en alianza con el gobierno local.

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El objetivo, explica Arturo Molina, vicerrector del Investigación y Transferencia Tecnológica del Tecnológico de Monterrey, es apoyar a los emprendedores de México y de América Latina a conectar con inversionistas, ya sea para comercializar sus productos o desarrollar la tecnología. También con temas de propiedad intelectual y traducción.

“Tenemos un equipo en China que nos apoya con eso. Contamos con un espacio de softlanding para que las start-ups seleccionadas puedan estar ahí por tres o seis meses, incluso un año en proceso de aceleración”, agrega Silvia Mora, directora de Global Innovation HUBS de esa institución. El programa no tiene costo para los emprendedores, pero estos deben financiar su estancia.

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El proceso inicia con una preselección de los postulantes a través de la página del IHTC. Una vez seleccionados, identifican sus necesidades y el tipo de financiamiento que requieren. Luego, los emprendedores presentan en China sus proyectos a inversionistas en un demo day. Entre ellos pueden estar representantes del gobierno o empresarios.

Tras ser elegidos, el equipo del hub elabora un plan de acción que arranca con la estadía de los fundadores en el IHTC, ubicado en el Qianjian International Times Square. “Tenemos alrededor de 10 proyectos en diferentes etapas, algunos que ya están más avanzados se están yendo a constituir a China”, comenta Molina.

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Uno de estos proyectos es Global Nano Additives, start-up —creada por el investigador Edgar Raygoza— que fabrica lubricantes para el sector industrial a través de nanotecnología. Sus productos soportan presiones y temperaturas extremas, su elaboración es de bajo costo y no generan residuos tóxicos.

El emprendedor, indica Mora, no busca apoyo para desarrollar la tecnología ya que además de patentes cuenta con una planta piloto en el Parque de Innovación y Transferencia Tecnológica (PITT) en Nuevo León. “Lo que Edgar busca es un aliado comercial que le ayude a manufacturar y distribuir el producto”.

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También hay oportunidades para los investigadores del propio Tec, quienes presentaron a inversionistas un control inteligente para automatizar sillas de ruedas, ya sea a través de movimientos de cabeza o de los ojos. “Está en fase de prototipo y estamos buscando aliados chinos para manufacturarla, la idea es que en los próximos meses podamos traerla a México a un costo adecuado”, indica la directora.

Con el IHTC, el Tecnológico de Monterrey busca aprovechar la política de fomento y mecenazgo hacia las start-ups que tiene el gobierno chino en su afán de convertirse en una potencia del conocimiento. “Con el programa ‘Made in China 2025’, el gobierno busca brincar de la cantidad a la calidad, dejar de copiar para innovar”, expone Jorge Morones, vicepresidente capítulo occidente de la Cámara de Comercio y Tecnología China-México.

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Una de las vías es impulsar la innovación a través de las start-ups. En 2014, el gobierno chino lanzó un fondo por 6,500 millones de dólares que catapultó el ecosistema emprendedor y la industria del venture capital. Tan sólo en 2017, el Ministerio de Ciencia y Tecnología reportó 7,500 incubadoras, la agencia Bloomberg reportó en 2018 que los inversionistas chinos están involucrados en acuerdos por más de 90,000 millones de dólares, siendo los segundos jugadores de venture capital más importantes del mundo.

"Vimos la posibilidad de que los emprendedores de México y de América Latina pudiera conseguir allá los recursos que necesitan para escalar más rápidamente sus tecnologías”, comenta el vicerrector del Tec.

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Para ello son indispensables los aliados locales que introduzcan a los emprendedores en los valores y la cultura de negocios, agrega Morones. Un ejemplo es el tiempo. Mientras que el estilo occidental de hacer negocios demanda rapidez para sacar adelante algún proyecto, para los chinos es un factor secundario si no se han cumplido otros factores. “En la cámara notamos una especie de desesperación de la contraparte mexicana, porque todo avanza lentamente”.

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