La manifestación otorgada para la API del puerto de Dos Bocas puede permitirles que inicien trabajos como el dragado y disposición de los materiales, mientras que el proyecto cuenta con las exenciones por parte de las autoridades en materia ambiental para realizar pruebas sobre las características donde se construirá el complejo, dijeron fuentes con conocimiento de estos permisos, que hablaron bajo condición de anonimato.
"Las MIAs, cualquiera de ellas, están basadas en riesgos ambientales no en proyectos. En riesgos inherentes a actividades u obras a realizarse en un proyecto particular o en una región de influencia económica, ambiental o industrial, de las características previstas en ley", señaló Neus Peniche Sala, coordinadora de prácticas regulatorias en Sener.
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“Si se usa alguna otra autorización en materia de impacto ambiental para hacer la refinería, eso sería torcer la ley, porque lo que se tiene que evaluar es la ley, no un proyecto que tenga que ver con pozos petroleros o con dragaos, sino con la refinería”, dice el representante de CEMDA.
El gobierno espera que con la construcción de la refinería, que según el plan de la administración costará 8,000 millones de dólares y se terminará en tres años, Pemex pueda refinar toda la demanda de combustibles que se consuman en el país, en conjunto con las inversiones que realizarán para el mantenimiento de las seis plantas que tiene la petrolera nacional.