American Airlines tuvo un 2018 difícil en México. Mientras las aerolíneas nacionales transportaron 9.5% más pasajeros que en 2017, la estadounidense tuvo una caída de 3% y un descenso en los vuelos operados de 5%.
Por ello, la compañía con mayor participación de mercado en México entre las aerolíneas extranjeras (con 5.2% de los pasajeros transportados durante 2018) tiene a la vista una estrategia para mejorar la conexión entre México y las regiones estratégicas en Estados Unidos.
José María Giraldo, director general de American Airlines para México y Canadá, indica que la compañía ya tiene 22 rutas entre México y Estados Unidos, que desde el pasado mes de diciembre incluye a Oaxaca. Más recientemente abrió nuevas como Dallas-Acapulco, Dallas-Huatulco, Phoenix-Chihuahua y esta semana inaugurará un nuevo vuelo entre Durango y Dallas.
La apuesta por la metrópoli texana, donde la aerolínea tiene su sede, no es casual. El Aeropuerto Internacional de Dallas-Fort Worth acaba de anunciar la apertura de la Terminal F, la sexta del aeródromo, que aumentará en 24 puertas la capacidad de operaciones del aeropuerto para 2025.
“A partir del verano operaremos más de 900 vuelos diarios en nuestro principal hub en Estados Unidos, con el cual básicamente todas las ciudades que operamos en México tienen conectividad. Esto le da a nuestros pasajeros una gama muy amplia de conectividad dentro y fuera de los Estados Unidos”, puntualiza.
Estamos haciendo una apuesta porque estamos convencidos del potencial que tiene México. Es una apuesta grande con la inclusión de más ciudades que vamos a estar conectando, con incrementos de capacidad en algunas. Creemos que habrá un crecimiento importante en el país, seguimos apostando a eso
Esta estrategia está acompañada por un aumento en la capacidad de pasajeros que la aerolínea transporta. En Cancún, la compañía incorporó a sus operaciones el modelo Boeing 787 Dreamliner, con lo cual aumentó su capacidad de asientos en el mercado en 15%. Y, con el mismo propósito, en destinos como Oaxaca, Aguascalientes y Querétaro ha introducido modelos como el Embraer 176.
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“En estas estaciones incluso hemos colocado aviones de clase ejecutiva, con lo cual podemos ofrecer un mejor servicio a nuestros clientes en aquellas ciudades que van a nuestro hub en Dalla”, explica el directivo.
Al hablar de hubs aeroportuarios, es inevitable pensar en la estrategia del gobierno federal para que los aeropuertos en Toluca, la Ciudad de México y Santa Lucía funcionen como tres puntos de conexión internacionales. Al respecto, Giraldo se limita a decir que la compañía está a la espera de una estrategia sobre cómo operarán los aeropuertos en el Valle de México.
“Estamos todavía en espera de que el gobierno nos informe cómo van a operar estas tres terminales. Hemos estado junto con la Canaero trabajando estrechamente con el gobierno para ver cómo será el plan de operaciones y ver que cumpla todos los requisitos, especialmente de seguridad”, apunta.
Para las aerolíneas, el combustible ha sido uno de los costos que más se ha elevado en los últimos años, y para American Airlines no ha sido la excepción. Incluso, son mayores en México que en Estados Unidos y esto ha supuesto una presión adicional.
Mientras que en México, en abril, el costo por litro de turbosina fue de de 12.66 pesos (47.85 pesos por galón), en Estados Unidos la compañía espera un costo de hasta 2.19 dólares (41.61 pesos, con un tipo de cambio de 19 pesos por dólar) por galón durante este año, 15% menos que en México, de acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Transporte y de la compañía.
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Aunque este costo es difícil de mitigar, la compañía se las ha ingeniado. “Dependiendo de las rutas que estamos operando, una de las medidas que se toman es traer nuestros aviones con mayor combustible al país para evitar tener que utilizar gasolina en México. Pero, de todas formas, lo importante aquí es que siempre estamos controlando nuestros gastos, buscando eficiencias”, agrega.
En cuanto a la crisis de los modelos Boeing 737 MAX 8, que estuvieron involucrados en dos accidentes el año pasado, en los que fallecieron más de 300 personas, Giraldo refiere que la compañía tiene 24 de estas aeronaves fuera de operaciones hasta agosto.
Hasta ahora, asegura, la aerolínea no ha tenido afectaciones por la ausencia de estas aeronaves en México, debido a que la empresa ha modificado itinerarios para satisfacer la demanda. No obstante, durante el primer trimestre del año, la compañía registró una baja de 8.7% en el número de vuelos regulares operados respecto a 2018.
