CFE contrata a Engie para llevar más gas natural a la península de Yucatán
La eléctrica nacional adjudica a la firma francesa el contrato para interconectar a la zona con el sistema nacional, en un proyecto que se había planeado para licitarse.
La energética francesa Engie construirá un gasoducto de 16 kilómetros para conectar a la península de Yucatán con el sistema nacional de ductos, en una adjudicación directa de un trabajo que el propio gobierno había estimado que se iba a licitar.
La infraestructura pretende aliviar la falta de gas natural que viven las plantas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en una de las zonas con las tarifas eléctrica más caras del país debido a que deben quemarse combustibles más caros y contaminantes ante la falta de este hidrocarburo.
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Las centrales eléctricas de la CFE reciben el suministro de gas natural a través del gasoducto de Mayakán, que a su vez requiere de la producción de este hidrocarburo por parte de Pemex.
Las plantas de CFE en la zona requieren de cerca de 310 millones de pies cúbicos al día pero la región ahora sólo recibe 52 millones de pies cúbicos, dijo Reyes, durante la presentación del proyecto en un evento del presidente Andrés Manuel López Obrador en Chiapas.
Engie, que estima terminar el ducto en siete meses, se quedó con el contrato de esta obra pese a que la directora del Centro Nacional de Control de Gas Natural (Cenagas), Elvira Daniel Kabbaz, había dicho que licitaría este proyecto de expansión, durante un evento en noviembre. La firma francesa opera el gasoducto de Mayakán desde 1999, y el contrato es una extensión de la capacidad que ahora tiene contratada CFE con la firma, dijo Reyes.
Este proyecto de interconexión se diseñó desde el sexenio pasado como parte de una rápida expansión del sistema de ductos del país, con el fin de aprovechar el gas natural barato que prolifera en los estados del sur de Estados Unidos, que casi duplicó la extensión de esta red. La administración pasada también tenía la intención de licitar el gasoducto para conectar a la península, pero nunca se concretó el concurso.
La construcción de esta primera fase del proyecto de interconexión Mayakán, denominado Cuxtal-Mayakán fase I, permitirá que los estados de la península reciban gas natural del sistema nacional, en especial del gasoducto marino de Transcanada y IEnova , que inició operaciones a mediados del año pasado tras una fuerte disputa entre las empresas y gobierno por las condiciones originales del contrato.
El flujo de este gasoducto marino permitirá llevar la la molécula desde la centro procesador de gas en Cactus en Tabasco, para conectarlo con estos 16 kilómetros al de Nuevo Pemex, ubicado en Reforma, Chiapas, que pasa luego por el de Ciudad Pemex, que a su vez conecta con el sistema de Mayacán que llega a Mérida, en Yucatán.
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“En esta primera fase la estación de compresión sólo va a permitir mover hasta 240 millones de pies cúbicos, pero pudiera subir hasta los 500 o 600 millones”, explica David Rosales, socios de la consultora Talanza Energy.
La siguiente fase consistirá en ampliar la capacidad de compresión de gas para incrementar la capacidad que se pueda inyectar al sistema de Mayakán, un proyecto que se dará a conocer más adelante en Mérida, dijo Reyes.
El nuevo ducto permitirá abastecer la zona de dos maneras, una a través del flujo directo desde el gas que se importa desde Texas a Tuxpan a través del gasoducto marino. También se abre la puerta para que CFE ofrezca esta molécula a Pemex en la zona de Coatzacoalcos para sus complejos petroquímicos, y otras necesidades, para que la petrolera estatal amplie el abasto que da ahora a la zona.
“Si logramos hacer ese swap, Pemex nos entrega más gas de Cactus y Nuevo Pemex para usarlo a la península, y nosotros se lo entregamos en otros puntos. O incluso tener un suministro simultaneo con el gasoducto marino con inversión en compresión hasta la península de Yucatán”, explicó el directivo.
Aunque la opción de tener un mayor suministro de gas natural por parte de Pemex, las empresas de la zona han reclamado en que el producto suministrado por la compañía estatal no siempre cumple con la limpieza que requieren para sus procesos, lo que puede complicar este intercambio, apunta Rosales.
Los estados de la península de Yucatán pagan una de las tarifas eléctricas más altas del país, debido a que ante la falta de gas natural, CFE debe consumir otros combustibles más caros y contaminantes como el diésel para genera energía en la zona.