En 2019, México realizó compras de autopartes chinas por 8,000 millones de dólares, que representaron 14.5% del total de las importaciones, según datos de la Industria Nacional de Autopartes. A principios de febrero, Alberto Bustamante, director de Comercio Exterior y Normalización de la INA, dijo en conferencia de prensa que la industria de autopartes nacional podría aprovechar un eventual desabasto de componentes, para sustituir las importaciones asiáticas.
Pero los analistas dudan de que el país pueda lograrlo en tiempo récord y con la escala y costos que China ofrece.
Ignacio Casas Fraire, profesor de la Escuela de Administración y Negocios en una universidad de Tijuana, estima que a finales de marzo se empezarán a notar vacíos en los almacenes de las plantas, ya que hoy no hay proveedores alternativos que sustituyan las cadenas globales de valor de las que depende el sector manufacturero. “Los mercados más afectados serán el sector automotriz y el perecedero”, dijo a Expansión en un correo electrónico.
La fábrica de chips del mundo
Conforme la industria automotriz se ha zambullido en la conectividad, electrificación y automatización, ha incrementado la cantidad de componentes electrónicos en sus modelos. En la fábrica de General Motors de San Luis Potosí hay un auto partido por la mitad que se usa para capacitar a los operadores. El interior es una maraña de cables. Según el guía que da el recorrido, el modelo tiene 25 kilos de cables, chips, arneses y circuitos electrónicos. Y la mayor parte vienen de Asia.
Los fabricantes de autopartes que operan en México depende en gran medida de China para el suministro de insumos. Un faro o un arnés producidos en México, por ejemplo, tiene hasta 95% de componentes importados de Asia, según datos de INA.
Pero el invierno de 2020 ha dado un golpe abrupto a la cadena de suministro global por un virus altamente contagioso. Wuhan, la ciudad china donde el brote fue más fuerte, es uno de los principales centros de la industria automotriz en el país asiático, junto con Shanghai, Guangzhou y Changchun. Cientos de proveedores tienen fábricas en Wuhan, incluyendo más de la mitad de los 20 principales fabricantes mundiales de piezas, como Robert Bosch, Valeo y ZF Friedrichshafen, según el Centro de Tecnología e Investigación Automotriz de China.
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