Los llamados campos prioritarios, lanzados desde el año pasado bajo la promesa de que iban a ayudar a revertir la caída en la extracción petrolera de Pemex, requieren de precios entre 40 a 60 dólares para ser rentables. Pero los precios del petróleo pueden quedarse por debajo de esta línea por un periodo prolongado, dice Medina. “Tenemos un choque doble, donde por un lado la demanda caerá por el coronavirus —del que aún no vemos el punto máximo—, y otro por el aumento de oferta por la guerra entre Arabia y Rusia. (...) Se viene una tormenta perfecta para el gobierno de AMLO, con estos precios bajos”, señala Medina.
Pemex necesitará replantear sus inversiones, incluso a costa de extraer menos petróleo, porque cuenta con una serie de activos que sólo le van a generar pérdidas, opina el especialista.
En los mercados ya se habla de crisis, aunque no se sabe si será pasajera. Los futuros del crudo Brent —el referente europeo de los precios del petróleo—, y del WTI —el estadounidense— cayeron 24.51% y 24.6% este lunes, hasta 34.36 y 31.13 dólares por barril. Se trata de sus mayores caídas desde 1991.
Las circunstancias del mercado internacional también pueden orillar a las autoridades fiscales en México a replantearse sus estimaciones de crecimiento y gasto, en un momento de desaceleración económica, dice Víctor Gómez, subdirector de análisis económico de Casa de Bolsa Finamex. “Es un entorno de mucho riesgo. Están presionados a usar todos los instrumentos a su disposición, pero lo importante aquí es que arrojen señales de certidumbre”, dice el analista.
Las estimaciones para el presupuesto de gasto público de este año se hicieron con un precio promedio de la mezcla mexicana del petróleo en 49 dólares, y una producción de Pemex de 1.95 millones de barriles. Sin embargo, la mezcla mexicana se encuentra ahora en 24.43 dólares por barril , y la extracción de crudo promedió 1.7 millones de barriles en enero.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Pública deben presentar los precriterios 2021 el 1 de abril de este año, en la primera ventana para realizar los ajustes a los criterios macroeconómicos para este año y el siguiente.
Según Víctor Gómez, el gobierno puede mandar señales de confianza con un plan de infraestructura en materia energética que incluya instrumentos como la reactivación de las rondas petroleras y farmouts (alianzas) que ayuden a que la inversión siga fluyendo sin presionar las finanzas de Pemex ni el gobierno federal.
López Obrador ha retrasado el anuncio de un paquete de proyectos en materia energética desde hace meses, debido a las discrepancias en el interior de su equipo sobre el nivel de apertura que deben dar a la iniciativa privada. Esta administración frenó las rondas petroleras que permitieron a las empresas privadas entrar a a la exploración y producción durante el sexenio pasado. Ahora, las circunstancias pueden obligar a un cambio de política.